La vida sobrenatural de un ninja

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Naruto

El chico que lo había atacado, se lo había llevado un hombre, de cabello negro con un enorme mechón frontal de cabello rubio y ropa negra, su nombre, según le dijo, era Azazel.

Apollo, el bastardo que era, había cambiado multiples veces el nombre de la heladería, solo para hacerlo cambiar el letrero tantas veces como fueran posibles, así pasó de Helados Elsa, a Heladería de Apollo: Sentirás el sabor de la poesía en tu boca.

Un nombre terrible, pero que al menos ya no le habían hecho cambiarlo. La vida, de hecho había sido buena desde entonces.

Nadie lo había atacado, había podido volver a sus viejos hobbies, de antes de la guerra, de antes de Pein, cuando tenía más tiempo libre que solo para entrenar, por fin, había vuelto a cuidar las plantas que tanto amaba, y a probar tantas variedades de ramen como pudo.

De una manera u otra, a pesar de todo, en este periodo de tiempo, estaba experimentando una paz y tranquilidad que no había sentido desde sus viajes con Ero-Sennin. En ese entonces Akatsuki lo había perseguido, pero nunca se había sentido tan seguro como cuando estaba bajo la tutela de ese viejo pervertido.

Había estado nervioso, en sus primeros días en este mundo, y paranoico de no poder volver a casa, el lo sabía mejor ahora, lo encontrarían, Sasuke era un bastardo terco, no descansaría hasta encontrarlo, era lo que había hecho cuando estaba tan determinado a vengarse de Itachi. No paro hasta matar a su hermano, el haría lo mismo para encontrarlo, y si no, entonces se encontraría un camino el mismo, hasta entonces, disfrutaría la tranquilidad.

La campana en la puerta sonó, y entraron dos personas, una chica hermosa de cuerpo voluptuoso, cabello negro y ojos morados, y un chico bastante promedio de cabello castaño y ojos cafés, ambos con un uniforme familiar, el de Kuoh, de esa chica demonio que solía acosarlo.

Ambos pidieron, y no tardo en atenderlos, pero no podía quitarse ese mal presentimiento de encima, algo estaba mal, esa chica le ponía los pelos de punta, sabía que planeaba algo malo.

Si Kurama estuviera despierto sabría al instante las intenciones de esta chica, pero por alguna razón, desde su llegada a este mundo estaba dormido, y nada de lo que intentara lo despertaría, y su aspecto era tan demacrado como lo fue aquella vez en la que pelearon por su poder en la isla tortuga.

Tan pronto como los adolescentes salieron, creo un clon que se quedaría a atender la heladería, el de encargaría de seguir a la pareja. Si nada malo pasará, perfecto, solo habría acosado a un par de chicos normales, y si algo malo pasara, intervendría.

Toda su cita ocurrió con normalidad, y cuando estaba pensando en irse, ocurrió, la chica había creado una lanza de luz, brillante y etérea, y la había clavado en el pecho del chico, ni siquiera tardó un segundo, y su vuelo estaba desangrándose dentro de la fuente.

"Lo siento..." Había susurrado la chica, casi con arrepentimiento. Naruto tenía la mente nublada de ira en ese momento. Ese chico no le había hecho nada malo ni a ella ni a nadie.
"Yuuma..." Fue lo último que dijo el chico.

El nunca se había llevado bien con las injusticias, había metido su nariz en muchos asuntos que no le correspondían antes, y casi pagaba el precio con su muerte, pero siempre había salido vivo.

Esta vez no sería diferente, en un parpadeo estaba al lado de la chica, y ni otro parpadeo después la había noqueado de un golpe en la nuca.

No la mataría... no podía, había prometido hace mucho no hacerlo, ante la tumba de Ero-Sennin había prometido no volver a matar a menos que fuera absolutamente necesario, y en este momento aún necesitaba información de ella.

Al acercarse a la fuente a ver el cuerpo del chico, se quedó helado, al ver el cuerpo atravesado del adolescente, no lo vio a él, solo pudo ver a otro chico de cabello castaño, pero el otro chico tenía piel pálida y ojos perlados, y había muerto de la misma forma en sus brazos...

El pánico, la ira, y otros sentimientos lo invadieron.
"No..." No se dio cuenta si aquello solo lo había pensado, o lo había dicho. "No volverá a pasar..." Salto al agua de la fuente, sin importarle mancharse de sangre, con toda el agua escarlata.

"¡No morirás Neji!" Lo tenía en sus brazos, como aquella vez, y sangrando igual de fuerte. Esta vez era diferente, tenía un poder que no tenia entonces, arrancó la lanza de su pecho, y luego colocó su palma sobre la herida, su mano brillando de color dorado, un color que se expandió sobre el cuerpo de chico, y junto con el color, las heridas del adolescente desaparecían como si nunca hubieran existido.

Sin embargo sus ojos no se abrían, y esta vez Hinata no estaba con el para devolverlo a la realidad.

A la luz de la luna llena, en una fuente con agua carmesí y un cuerpo inerte, Naruto grito con impotencia.

No sabía cuánto había pasado, hasta que la claridad volvió a su mente.

'Este no es Neji...' Susurro una voz que no era ni suya ni de Kurama. 'Neji está muerto, pero este chico aún debe vivir'.

Recordó aquel folleto que ese demonio le había dejado junto con todos esos billetes, siempre lo llevaba en su bolsillo, aunque a veces ni el mismo sabía por que.

Saco el folleto de su bolsillo, y en su mano vendada el folleto brillo con luz carmesí.
"Que viva carajo... ¡Que viva!" Su voz había gritado tan fuerte como pudo, y entonces un portal, un círculo mágico se había abierto, y consigo, aquella demonio de pelo rojo.

Ella lo miro confundido, hasta que vio el cuerpo en sus brazos y abrió los ojos.
"!Que viva mierda!" No era una pregunta, ni una petición, era una orden.

"Y-yo n-" Naruto la interrumpió. "¿Cuál es tu precio? Dilo y lo pagaré, pero ahora trae de vuelta a este chico."
La chica pelirroja asintió aunque se veía intimidada. Naruto tuvo que salir de la fuente, y acercarse a la demonio, quien había abierto otro círculo mágico de donde sacó una pequeña caja negra, de donde sacó una pieza de ajedrez, con el chico aún en sus brazos, ella acercó la pieza al pecho del muchacho.

"Yo Rias Gremory, te pido que vuelvas a la vida para servir como mi sirviente" Y entonces hubo otra luz carmesí, sin embargo después de esta, la pelirroja se veía confundida, saco otra pieza de peón de su caja y lo volvió a intentar, el proceso continuo hasta que se le acabaron los peones a la demonio, entonces después del octavo intento, el chico por fin volvió a respirar.

Ambos suspiraron, aliviados.

Entonces sus miradas se cruzaron, y Naruto vio de nuevo esa codicia brillar en sus ojos azules, como en la heladería, de nuevo, los problemas lo seguían a todos lados donde fuera.

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Si creen que la reacción de Naruto a la muerte de Iseei fue exagerada, es por que de hecho lo fue, pero hay una razón de ello.

La versión de Naruto que estoy escribiendo aquí, es una que quedo muy perturbado por todo lo que sucedió desde el ataque de Pein, a la guerra. Para nosotros hubo años de diferencia entre ambos sucesos, para Naruto fueron meses, llenos de eventos muy fuertes para el.

Perdió a muchas figuras importantes, como en el ataque de Pein (que resucitarán no le quitó el shock que le quedó después de verlos muertos) y en la guerra, y una muerte que le dejó especialmente marcado fue la de Neji.

El tipo (Neji) tomó un ataque que iba dirigido a el, y murió empalado y desangrándose en sus brazos. El ver a Iseei (con el mismo color de pelo) en la misma situación activo algo que había estado reprimiendo por mucho tiempo, de ahí la desesperación y el hecho de que le llama Neji en un momento, al traer de vuelta a Iseei de forma tan impulsiva (por que si no tomara decisiones impulsivas no sería Naruto) siente que está conciliando lo qué pasó con Neji, aunque hacerlo le traerá consecuencias.

Y bueno, ya volví de mis vacaciones de vuelta a publicaciones más seguidas.

El siguiente capítulo retomará donde se quedó el anterior.

¡Gracias por leer!

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2023 ⏰

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