Capitulo 21

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Axel

Volver a heirs es una tortura, ya había olvidado lo mucho que me desagradaba estar en este lugar

—Hola amor – Lina se me acerca llamándome de esa manera que tanto detesto

No, no volví a hablar con ella por gusto o por que quise, mi padre me lo ordeno, me dijo que ella seria mi esposa y que mas me valía que no lo desafiara pues ya tenia serios problemas conmigo

No soy de los que acostumbra a obedecer a mi padre, pero después de todos mis errores no tuve opción

— Hola ¿Qué quieres?

— Ay que humor, vamos a desayunar – cuando intenta tomar mi mano la suelto enseguida adelantándome al camino

Cuando bajo al comedor veo que Heily esta sentada hablando animadamente con Sebastián el hijo de uno de los socios de su padre, a su lado esta el otro idiota que si no mal recuerdo es su amigo

Esta chica es un imán para los hombres, bueno me sorprendería que nadie se le acercara con lo perfecta que es

Espero a que me sirvan mientras no puedo quitar la mirada de Heily, incluso a propósito me senté justo en frente de ellos para poder escuchar su conversación

Están hablando de que se acerca su cumpleaños y que deben de festejarlo, nada importante

— Quieres decirme algo o se te perdió una como yo – me habla Heily sacándome de mis pensamientos

— ¿Qué? – le pregunto pues por estar admirándola no la escuche bien

— ¿Qué quieres? Deja de verme idiota – dice un tono asqueado

Sin poder contenerlo por impulso me pongo de pie y la tomo del brazo jalándola hacia un lado alejada del comedor

Cuando me volteo noto su mirada sobre mí, sus ojos denotan enojo, a lo lejos veo que se acerca su amigo

— Jos, déjalo, vere que quiere este idiota – le dice Heily a lo que su amigo se aleja un poco

— ¿Qué te pasa? – le pregunto extremadamente molesto

— ¿Por?

— ¿Así va a ser ahora?

— No te entiendo, habla mas claro

— Vas a fingir que no te importo

— No me importas, no estoy fingiendo

— ¿Enserio?

— Si, ya no recuerdo nada de lo que viví contigo

— Déjame refrescarte un poco la memoria, yo tengo muy claro lo que vivimos, tengo muy claro tus caricias, tus palabras, sus muestras de cariño y sobre todo tus gemidos de aquella noche

— ¿Qué noche? – pregunta y noto que se hace la desentendida

— La noche en la que te hice mía, tu primera vez, hay algo que no entiendo

— ¿Qué cosa?

— Si todo era una farsa, por que te entregaste a mí, porque dejaste que yo fuera el primero ¿Por qué lo permitiste? – su mirada era intrigante, esta mujer sabia muy bien como ocultar sus emociones

— ¿A ti quien te asegura que fuiste el primero? Para mi solo fue una noche mala de sexo, tienes que admitir que soy buena fingiendo

No sabia que decirle, ella me había dicho que yo fui el primero, y bueno le había creido, pero no tuve como comprobarlo, esta mujer solo le gusta jugar con todos

Débilmente FuertesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora