Capitulo 37 (Final)

559 37 9
                                    

Davies se quedó mirándome mientras se pensaba mi propuesta, esperaba que dijera que sí, tenía que decir que si, caso contrario no sabría que hacer

— Tu propuesta es bastante interesante, demasiado diría yo – dijo mientras se hacia el interesante

— ¿Entonces?

— Aunque tu propuesta es lo suficientemente buena, no es lo que quiero

Mierda

— Davies por favor piénsalo bien – no quería admitir que todo se había acabado

— ¿Por qué conformarme con una parte de sus clanes cuando puedo tenerlos completos?

— ¿A que te refieres? – pregunto Axel confundido al igual que yo

— ¡LLEVENSELOS! – ordeno a sus hombres a lo que ellos inmediatamente nos tomaron por los brazos para sacarnos del lugar

— No hagas esto por favor – suplico Axel

— Sabes contigo no es tan personal como lo es con Goldenn, te doy la oportunidad de unirte a mí, si en este momento aceptas formar parte de mi clan, podrás ayudarme a liderar el clan Goldenn, tú decides – propuso Davies a lo que note como se lo pensaba

Negué con la cabeza cuando me miro, no podía hacerme esto, no otra vez

— ¿Qué pasara con ella? – preguntó

— Ella será mi esclava, no podrá salir del aquí y posiblemente en algún momento acabe con ella, ella ya no tiene futuro, tu si

— Acepto – dijo mientras sentía como nuevamente me traicionaba

— Cuando el barco se hunde las ratas son las primeras en saltar – solté con desprecio mientras intentaba soltarme

— Heily...

— Eres una basura, no vales nada, por un momento pensé que podía volver a confiar en ti

Los hombres de Davies me sacaron del despacho a la fuerza, me jaloneaban sin ningún cuidado, no podía creerlo, todo había acabado aquí, esclava en un país extranjero y perdiéndolo todo, sin saber si mi hermano estaría bien

Me botaron en una habitación demasiado pequeña que incluso tenia un olor a humedad demasiado fuerte, todo estaba sucio y era algo asqueroso

Las horas pasaron, una tras otra hasta que perdí la cuenta de cuanto tiempo había pasado, me era difícil asimilar que nunca más vería a Jay, Jos, Han Sun o Min he, esas personas que eran importantes para mi y los había dejado solos

— Alguien quiere verte – informó un hombre de unos 30 años aproximadamente

Julia y Davies entraron en la habitación, Julia vestía un vestido negro ceñido al cuerpo con joyas adornándola toda, tenia el estilo de toda una mujer de la mafia, pero era solo una basura, una mujer que no valía nada

— Hija – dijo intentando tocarme el rostro, pero antes de que se me acercara me moví dejando su caricia en el aire

— No me toques, me das asco – dije con repugnancia

— Respeta a tu madre – me ordeno Davies

— Tu no me das ordenes, además yo no veo aquí a una madre que respetar

— La mujer que veo a unos pasos de ti ¿Quién se supone que es?

— Julia, esa es la mujer que veo ahí, no a una madre

— Te traje al mundo – me grito Julia mientras me soltó una bofetada

— Exacto, me trajiste al mundo, pero no me cuidaste, no estuviste para mí, eso no es ser una madre, el titulo se gana no se obtiene solo por traerme al mundo

Débilmente FuertesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora