Capítulo 1

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Pov Alina.

Camine de forma tranquila hasta el ascensor, donde me encontre con aquel chico que iba encapuchado con una chaqueta blanca de deporte. Le vi apoyado en el fondo del ascensor en el lado más cercano a la derecha. Entre y mire de costado como el número siete estaba marcado, termine de apoyandome en la pared al lado del chico. Chico que se me quedo viendo, de reojo, sin embargo no abrio la boca.

Me apoye mirando a mi alrededor, encontre una camara, que estaba puesta en la esquina izquierda del ascensor al lado de la puerta, parpadeando en rojo, acabe mirandome los zapatos. Levante la mirada cuando note que el chico seguia mirandome, le mire fijamente a los ojos, haciendo que el contrario elevara una ceja, levantara una esquina de su labio, como si sonriera, negara la cabeza y dejara de mirarme, asi que aproveche eso para observarle,además de la cahqueta que estaba cerrada y con la capucha puesta, tenia las manos en los bolsillos, y calzaba... ¿Unas chanclas? Al verlas, fui yo quien levanté una de mis cejas, incrédula al ver aquello. ¿Perteneceria aquel chico a la playa? Estaba claro que sí. Bufe, eso hizo que me mirara de nuevo.

El ascensor timbró, dando así a conocer que habíamos llegado al último piso, pero ninguno salió, nos seguíamos mirando, hasta que ya cansada de esta batalla de miradas, volvi a bufar, rodé los ojos y salí del ascensor hasta una de las esquinas, justo la de enfrente del ascensor, por si pasaba algo, poder ver y huir con facilidad. Al llegar a la esquina me apoye en la barandilla, cruzando mis brazos y apoyando mi cabeza sobre ellos, a la vez que el chico, cuya capucha había desaparecido, hacía lo mismo y miraba hacia abajo.

-Qué curioso, todos tienen pinta de ir a morir, como siempre- murmuró el que ahora sabia que era peliblanco, a lo que bufé e ignore, sin embargo gire mi cabeza en su dirección para verle y ver cómo saludaba a alguien que había decidido subir también a este piso, curiosa mire en aquella dirección para saber quién era, y ahí estaba de nuevo Aguni, con cara de pocos amigos y algo sorprendido de verme ahí con el chico, algo que dejo claro tras elevar una de sus cejas y mirarme de forma curiosa, a lo que le sonrei y salude moviendo los dedos de mi mano. Volviendo al peliblanco, parecia que se conocían, e imitando mi acción, saludo agitando su mano, sin embargo ambos fuimos ignorados, o por lo menos el chico.

-¿De que le conocés?- me preguntó este. Le mire, alce una ceja y respondí.

-Creo que eso no es problema tuyo, pero side verdad quieres saberlo, de uno de mis juegos- le respondí, este asintió y justo cuando iba a decir algo más, la voz robótica sonó, indicando que el juego iniciaba, por fin, no era por alardear, pero este era el segundo juego que hacía en una misma noche, y quería acabarlo lo antes posible, quería dormir, cosa que al estar en busca y captura era algo complicado.

Comenzó a sonar una melodia y en cuanto se acabó, el sonido del ascensor sonó, dirigí la vista a este, viendo cómo se había parado en la sexta planta, se hizo el silencio sepulcral, los pasos de "la cosa" retumbaban por todas partes. Pude averiguar por como pisaba que era un hombre con botas militares, alto y seguramente bien formado. Al fin y al cabo, era parte de la policía en el Tokyo normal, así que, el estar atenta se me daba bien.

Queriendo ver mejor, me eleve por encima de la barandilla, e inclinadome hacía el borde, sujeta por ambas manos, pude ver cómo era un hombre, de no más de uno noventa, con máscara de caballo. Al tener claro que era "la cosa", volví a ponerme tras la barandilla y me senté en el suelo, mirando entre los barrotes, a esperar a que pasara algo o a que algún jugador encontrará algo para ponerme en marcha.


Mire hacia arriba, viendo cómo el chico de mi lado, me miraba con una ceja alzada, le miré y encogí los hombros como si fuera los más normal del mundo.

Desde los barrotes, podía ver cómo "la cosa" iba matando a todo aquel que se cruzara por su camino, incluso vi la estúpida muerte de aquella chica y su amiga. ¿Es que no veía que iba a morir si o si? El hecho de caerte al suelo, y gritarle a quien tiene un arma «no te acerques, si te acercas, te voy a matar» para luego morir, es patetico.
Me volví a poner de pie, cuando vi al chico rubio y a su amigo desaliñado, ser perseguidos por el hombre del sombrero, estaba claro que sí seguían con aquel hombre iban a morir, era muy ruidoso, se le podía oír hasta aquí...

Busque a "la cosa" y la encontré a solo un piso por encima de aquellos tres, al parecer huían, pero si no hacían algo ya, era obvio que al llegar al último piso, morirían los tres, se iban a quedar sin escaleras. -Patéticos, van a morir- suspiré, el chico a mi lado se rió bajito, asintió con la cabeza, pero no dijo nada. Vi como seguian bajando del cuarto piso al tercer piso, el desaliñado se escondío en el hueco de una de las puertas y tiró de su amigo hacia el, pero el señor del sombrero siguió bajando, "la cosa" se paró en el tercer piso, y al no ver a nadie, siguió bajando, dándose así la muerte de aquel hombre con sobrero. 

Asentí satisfecha al darme cuenta que quizás ese desaliñado tuviera un ápice de inteligencia, así que mientras iba disminuyendo el tiempo, mi vista no se separó de ellos.

-"La cosa" no ve bien por culpa de la máscara, está bajando al segundo piso, cualquiera que esté ahí ¡Corra!- dijo el desaliñado, era algo estúpido y a la vez inteligente, era un juego de picas, pero el compañerismo venía bien para sobrevivir.
-Que estúpido, no le va a contestar nadie- dijo el chico a mi lado.
-¿Estas seguro? Mira a aquella chica de pelo corto- señale con el dedo. -Al gritar y decir el sitio de "la cosa", el tirador ha cambiado el rumbo hacia los chicos, si no hubiera avisado, ella estaría en problemas ahora, y va a ser ella la que diga ahora algo- dije confiada, se me daba bien observar, pero el chico solo se rió y se limitó a contestar -Tienes mucha fe. Y justo al decir eso, se escuchó a la chica que había nombrado anterior mente, avisando por el balcón del tercer piso que la cosa se dirigía hacia el cuarto piso, que huyeran, dándose así a conocer la posición del tirador, y aunque fuera mala idea gritar, la chica pudo huir a tiempo, pero el tirador decidió primero bajar de nuevo al tercer piso a por la chica, quien se alvo de las balas al trepar por las barandillas de los pisos de arriba llegando así al cuarto piso.

Sonreí al llevar razón y mire al chico, quien nego con la cabeza y me miro de vuelta. -Alina- dije, presentándome, me cansé de llamarlo "chico de blanco", así que para por lo menos entablar una conversación, me presenté. -Chishiya Shuntarō, ¿Apellido no tienes?- preguntó, dude un poco en si decírselo o no, pero al final, daba igual así que le respondí -Mi nombre completo es Niragi Alina.

Continuará...

Queen. Long live the Queen. |Alice in borderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora