Capítulo 4

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Pov Chishiya.

Baje del coche después de practicamente tirarla al suelo, entre con prisa al hotel subiendo practicamente corriendo hacia mi habitación. Maldita sea, jamás pense que alguien me causara un problema asi en este mundo, y menos que encima me hagan tener una erección por el simple roce de tenerla encima y los movimientos pelvicos que haciamos ambos por culpa de los giros d Aguni.

Ella era hermosa y quien tuviera ojos podria verlo por si mismo. Tras arreglar aquel problema con una ducha fria y alguna que otra mano de por medio, sali de mi habitación y me uni a las personas de la playa que había en la puerta, estaba claro que estaban mirando algo. Llegando a la entrada para ver que pasaba, oí un motor de coche y a Aguni gritar a los militares que persiguieran aquel coche. 

No tarde en atar cabos cuando no vi a Alina por ningun lado, asi que di por hecho que la hermosura pelirroja habia escapado una vez más y esta vez delante de las narices de todos. Iba a darme media vuelta he irme nuevamente a mi habitación a esperar el juego de mañana y a dormir un rato cuando recorde que Alina me dijo que era una Niragi. ¿Habria llegado a verle? Y ¿Él a ella?

Mire a mis alrededores hasta que di con la figura de Niragi, estaba parado en medio del monton de gente mirando donde el coche; que intuyo que se llevo Alina, habia estado segundos antes ahi parado, Niragi se encontraba con la mirada perdida y confuso, quizas el tampoco sabia que ella estaba aqui...

Pov Alina.

Amanecí en mi cama al día siguiente, después de los dos juegos de ayer y de huir de la secta de la playa pense en descansar hoy, en no entrar en ningún juego y casi me convencí a mi misma, hasta que recorde que yo no soy una simple jugadora más, no, no era como el resto, no se como llegaron ellos aqui, no se si pasaron por lo mismo que pasé yo.

Yo estaba en mi casa, ya independizada de mis padres, era el día en el que iba a llevarme a Suguru conmigo para que dejaran nuestros padres de matarlo en vida, sin embargo mientras me dirigia a su casa, apareció un coche de la nada, me golpeó, cai al suelo y lo unico de lo que me acuerdo es que todo se volvio negro cuando mi cabeza se golpeo contra el asfalto.

Lo siguiente que se, es que me levante en la misma calle en la que me habian golpeado, pero ahora esta estaba vacia, y en aquel entonces ignore todo y segui mi camino a casa de mi hermano, cuando llegue y la encontre vacia, el mundo se me cayo a los pies, fue donde esta tortura empezó, fue donde se me nombró la primera jugadora, y donde recibí reglas estrictas sobre tener que participar practicamente todos y cada uno de los días, salvo que hiciera dos o tres un mismo día, sin embargo tenia que ser avisada de que podia descansar, y hoy no era uno de ellos, pues no habia una carta cerca mia, no había algo que me lo indicara, normalmente era eso, una carta con un número refieriendose a las horas o días que podría descansar, y no habia nada. Hoy me tocaría jugar de nuevo, otra vez siendo el conejillo de indias.

Saque las cartas del bolsillo de la camiseta, solo coleccionaba las que no tenia repetidas, pues muchas de las cartas se repetian a lo largo de la semana, sin embargo me era muy dificil no encontrarme siempre con los mismos numeros, y si encontraba alguno nuevo, los de la playa se encargaban de robarme la carta.

Se hizo la noche temprano, se me fue muy rapido la mañana, estuve entrenando y cazando animalitos que habia por algunas zonas, y ahora me encontraba escondida cerca de una arena de juego, tenia que entrar siempre la ultima para no arriesgarme a que se llenara de gente de la playa, sin embargo este juego no iba a ser para la playa, pues a lo lejos vi venir a cuatro personas, una de ellas venia andando raro, estaba cojo, le ayudaban dos hombres más que en cuanto se acercarón lo suficiente supe rápido quienes eran. 

Queen. Long live the Queen. |Alice in borderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora