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El sol estaba en su punto máximo deslumbrando de la mejor manera del cielo azul.

Un pequeño niño corría alegremente por el campo, sosteniendo las cuerdas de su mochila donde llevaba algunos de sus juguetes favoritos,  disfrutando de la suave brisa que chocaba contra su cara.

— Jungkookie — llamo su madre, haciendo parar al pequeño niño — hijo no vallas tan lejos podrías perderte.

— Está bien ma, no iré tan lejos — dijo antes de seguir corriendo alejándose de la vista de su madre.

La familia del pequeño Jungkook habían ido a su calida casa de campo a pasar las vacaciones, hoy era el primer día y Jungkook estaba muy emocionado de conocer todos los rincones del lugar pero sin alejarse mucho, no quería asustar a sus padres.

Se alejo un poco llegando hasta un pequeño lago con agua transparentosa, con una pequeña cascada, a su alrededor se encontraban algunas flores y piedras, también se encontraban un par de árboles.

Jungkook se quedó asombrado por tan bonito paisaje.

Paro su caminar quedando a un lado del bonito lago.

Se sacó su mochila de conejito para dejarla en el pasto, abriéndola para sacar algunos de sus juguetes.

Saco una manta de cuadros rojos y blancos para luego sacar algunos carritos para ponerlo sobre la manta.

Estaba tan entretenido jugando que no se había percatado de otra presencia al otro lado del lago.

— Hola — se escucho, haciendo que Jungkook se sobresaltara haciendo soltar sus carritos dejándolos en la manta de cuadros, para halzar la mirada.

Vio a un niño, un poco más grande que él mirándolo con el ceño fruncido.

— H-hola — respondió de forma timida,un  poco bajo, pero siendo totalmente perseptible para el otro niño.

— ¿Quien eres tú y que haces en mi lago? — enfatizó el niño cruzando sus brazos.

Jungkook lo miro un poco confundido.

¿Su lago?

— ¿T-tu lago? — tartamudea Jungkook, poniéndose de pie.

Lo último que quería era molestar a alguien.

— Si, mi lago — dice — yo lo ví primero.

— Oh!, Disculpa no era mi intención, yo no sabía que este era su lago — dice Jungkook haciendo una reverencia pidiendo disculpas — pero no se preocupe, yo ya me voy — se agacha para tomar su mochila y poner ahí todos sus juguetes lo más rápido que sus pequeñas manos le permitieran.

— No — se escucha, haciendo que el pequeño Jungkook pare y mire al contrario confundido — no te vallas — concluyó.

Pero, hace un momento ese niño parecía querer hecharlo del lugar.

— Pero, pensé que no me quería aquí.

— Nunca dije eso — contra dictó el otro niño — puedes quedarte, mi mamá me enseñó a compartir — dice — ¿puedo jugar contigo? Jugar solo no es divertido — señala a dónde está Jungkook quien con una sonrisa asiente con la cabeza.

Ve al pelinegro dar la vuelta al lago para dirigirse a él.

Cuando el niño llega hasta donde está, puede notar que es más alto que él y que su piel es mucho más pálida que la suya.

— ¿Jugamos? — pregunta señalando los carritos de Jungkook quien haciente felizmente.

Puede ser que en estas vacaciones no la iba a pasar tan solito como todas las anteriores.

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