Partners in Crime 🐍 Ryusei Satō

🐍 1. Rutina

[Abril, 2004]

Tn despertó esa mañana al oír la molesta alarma, se removió mientras soltaba un quejido, extendió un brazo para apagar aquella, y se incorporó.

– Odio los lunes... –murmuró.

Bostezó mientras estiraba los brazos, se levantó y golpeó la pared a la izquierda con el puño; se cambió su pijama por el uniforme escolar, el cual consistía en una camisa blanca con un moño rojo en su cuello, una falda azul y un saco también azul, calentadores blancos en sus piernas y zapatos escolares café; se sentó delante de su tocador blanco, el cual tenía un espejo en forma de corazón, y cepilló su cabello amarrándolo en dos coletas altas.

Volvió a bostezar mientras se levantaba, tomó su bolso escolar, salió de su habitación y bajó las escaleras, viendo a su madre en la cocina.

– Buenos días.

– Hola~ –saludó la mujer, bostezando.

La joven se acercó a la mesa, dejó su bolso en una silla y se sentó; esperó unos minutos, hasta que su madre se acercó a ella y le sirvió el desayuno.

– Volveré a la cama –bostezó, caminando hacia las escaleras.– Te dejaré la cena lista.

– Como siempre... –murmuró y suspiró.

– Ten un buen día –saludó mientras subía.

– Gracias.

Cuando la mujer desapareció de su vista por aquellas escaleras en U, la joven volvió a suspirar, recargó su cabeza en una mano y tomó los palillos para comer.

Al terminar, dejó todo en la cocina, y tomó su bolso. Cuando escuchó el timbre, una sonrisa se formó en su rostro, y corrió por el pasillo hacia la entrada, se colocó sus zapatos con prisa, y abrió la puerta.

– ¡Ryu-chi!

Ryusei rió al verla tan emocionada.

– Hola, gatita.

Tn tomó su copia de las llaves que estaban colgadas, salió del apartamento y salió con prisa, cerrando la puerta a sus espaldas. El chico volvió a reír, pellizcó una de las mejillas de la joven, y ambos comenzaron a caminar para irse juntos a la escuela.

Así eran las mañanas de Kanehira Tn. Despertar primero, golpear la pared para despertar a su madre, y prepararse para la escuela mientras ella le preparaba el desayuno; la mujer trabajaba de noche, por lo que dormía de día, así que la joven sólo la veía por las mañanas durante esa pequeña rutina.

[Tarde]

Finalmente, las clases terminaron por ese día.

– Vamos por ramen –propuso Ryusei, rodeándola con un brazo.– ¿Qué dices?

– Suena bien –lo miró.– Muero de sueño, tomemos una siesta luego.

– Me parece la mejor idea del mundo –sonrió. Tn rió.

Ambos salieron del salón, y caminaron a la salida de la escuela mientras conversaban de trivialidades.

[Ramen Tanaka]

Tn y Ryusei entraron a aquella tienda de ramen, y saludaron sonoramente:

– ¡Buenas tardes, Taku-chan!

El hombre al otro lado de al barra volteó, mirándolos.

– Tn, Ryusei, bienvenidos.

Ambos jóvenes se acercaron a aquella barra, tomaron asiento, y pidieron al unísono: