Love inattendue- Blairon

×2×

El tiempo pasaba y el asunto sobre Ron no dejaba de salir de la boca de ambos chicos. Pansy procuraba ser discreta siempre que hablaban del tema, ya que su amigo no quería que Draco o Theo se enteraran. Los quería, pero temia por sus reacciones.

Finalmente llegó febrero y un rumor comenzó a extenderse por todo el castillo:
"No hagan planes para el 14 de febrero, los gemelos Weasley están tramando algo enorme".
La expectativa aumentaba cada día, puesto que se anunciaba que ellos no harían algo sencillo ese año, irían a lo grande y ampliarían el negocio. Incluso se decía que tenían gente en Hogsmeade para apoyar su plan.

Blaise estaba totalmente seguro de sus sentimientos. Durante el tiempo que pasó desde que lo admitió ante Pansy hasta ahora, lo único que hacía ese sentimiento era asentarse y afirmarse, borrando dudas y generando respuestas.
Cada vez que lo veía (mayormente en las clases compartidas o durante las comidas) su corazón se saltaba un latido y, si bien su semblante parecía inmutable, Pansy siempre le dirigía una mirada sutil pero burlona.
De igual forma, estaba totalmente seguro que no iba a tener oportunidad alguna y, si bien era un Slytherin determinado, conocía la derrota y tomaba eso como un enamoramiento pasajero.
Uno que Pansy le recordaba tan amablemente que ya iba durando varios meses.

-No es que piense en él todo el tiempo, no estoy enamorado- insistía cada vez que lo mencionaba.

Pansy rodaba los ojos, cansada de abrir mentes a la gente. Marcó la página del libro que estaba leyendo y lo observó a los ojos. Blaise continuaba hablando sin percatarse de nada.

-Me parece lindo, si, pero prefiero dejarlo ahí en donde está y seguir contemplandolo de vez en cuando.

-¿Te gustaría besarlo?- interrumpió, logrando que Blaise salga de su ensoñación.

-Eh, si. Supongo.

-¿Te parece lindo?- continuó.

-Totalmente.

-¿Te gustaría abrazarlo o tomarlo de la mano?

-¿Si?- contestaba extrañado.

-¿Te gustaría compartir largas charlas juntos?

-Para conocerlo mejor, claro.

-¿Te gustaría pasear junto a él?

-¿A dónde?

-No importa, cualquier lugar. ¿Te gustaría?

-Bueno, si.

-¿Te gustaría dormir junto a él, despertar juntos en las mañanas?

-Creo que estás exagerando, pero no estaría mal.

-Entonces te gusta, mí querido amigo, deja de negartelo, eso hace peor.

Pansy volvió a su libro como si nada hubiera pasado, mientras que Blaise permaneció estático en su lugar, analizando las preguntas. Obviamente creía que sentía algo por el chico, pero se enfocaba en pensar que era un simple amor escolar en lugar de que le guste o esté enamorado. No quería que sus sentimientos tuvieran nombre o que, si lo tuvieran, no tengan un título tan grande como es enamorarse. No estaba seguro de eso, y más aún contando en que casi no lo conocía como persona. Habían hablado una o dos veces, pero solo por tareas escolares.
Además, seguramente no le tenía mucho afecto por el grupo y la casa en la que estaba. Siempre que Draco atacaba al "Trio de oro", se mantenía alejado junto a Theo para no meterse en la pelea, pero no creía tener muy buena reputación entre ellos.

Cuando estaba solo en su dormitorio, a la mitad de la noche y metido en su cama con elegantes cortinas negras, su pensamientos volvían a la misma persona y a todas esas preguntas que le encantaría hacerle y conocer su respuesta.
"¿Cuál sería su equipo favorito? ¿O sus dulces favoritos?" Sus visitas a Hogsmeade eran todos los fines de semana, pensaba que sería lindo ir juntos a comprar dulces o ver escobas y artículos de sus equipos favoritos.
"¿Cómo se llevaría con sus hermanos? ¿Es verdad que los hermanos siempre se pelean?" Blaise jamás tuvo hermanos, ni sus amigos los tenían, por lo que jamás supo cómo se trataban en realidad los hermanos. ¿Pelearían? ¿Se llevarían bien?
Se imaginaba como sería tener largas charlas con él y conocerlo de tal modo, pero las circunstancias no eran las mejores.
Suspiró nuevamente y volvió a darse vuelta en la cama. Tal vez si dormía podría volver a soñar con él...

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Llegaba el mediodía y los gritos entre Pansy y Draco se hicieron presentes.
Según su amiga, la gran sorpresa de los gemelos se trataba de "citas sorpresa" en San Valentín.

-¿Sabes qué es lo mejor? No sabes con quién te puede tocar, así que cualquier cosa es válida.

-¿Cualquier persona?- preguntó Blaise. ¿Y vas a estar encerrado con cualquier estudiante durante una hora?

-En realidad, son cuatro.

-¿Cuatro? ¿En serio?

-Bueno...- comenzó Pansy.- Es muy simple. Escribís tu nombre en esa cosa mágica que tienen, eso selecciona a cuatro personas, con dos parejas entre sí. En San Valentín van a encerrar a esos cuatro en una cita. De ahí, apuestan quienes van a durar, si van a irse antes de tiempo, si intercambian o si se quieren mutilar o asesinar mutuamente.

La tranquilidad con la que Pansy explicaba y el asunto en si dejaron a Blaise completamente sin palabras, y la única reacción que pudo hacer fue decir:

-Ah.

-Nunca nos contaste, Pansy- interrumpió Draco.- ¿Cómo es que sabes tanto de esto?

Sin mirarlos, Pansy tan solo contesto "estuve espiando" y se retiró de la sala común. Ambos la observaron hasta que se perdió de vista.

-¿Realmente aceptaste eso Draco?- inquirio Blaise, rompiendo el silencio. Su amigo lanzó un largo suspiro, recostandose en el sillón.

-No, ella me obligó.

-¿Ella también participa?

-Probablemente. Si tan obsesionada está seguro que si.

Blaise asintió. Por su mente pasaban miles de pensamientos ¿Ron estaría anotado? ¿Por eso Pansy espiaba? Decidió que tenía que interrogar a su amiga, pero luego de unos segundos de duda, decidió otra cosa.

-Voy a anotarme.

Draco levantó la mirada, sorprendido ante esas palabras.

-¿En serio?

-Si. No voy a hacer nada ¿Qué puedo perder?

-¿Dignidad, tiempo?- respondió sarcástico.

-Dignidad siempre tendré y el tiempo no lo voy a perder, no tengo nada mejor que hacer.

Draco levantó ambas cejas y lo observó detenidamente. Blaise se veía extrañamente decidido, pero decidió que iba a interrogarlo más tarde, ya que su amigo se dirigió apresuradamente por el mismo camino que se fue Pansy.

Blaise no encontró a su amiga por ningún lado, así que continúo caminando hasta los patios, por dónde se oía un gran murmullo. Los gemelos estaban sobre una plataforma improvisada, con una gran cantidad de chicos a sus pies gritando todo tipo de cosas y haciendo gestos para llamar la atención de los pelirrojos. Luego de observar unos segundos encontró el lugar en donde debía anotarse y, procurando que nadie lo observé demasiado, escribió su nombre y decidió sellar el trato con el destino.

Después de todo, cualquier oportunidad estaba bien. Si le tocaba con Ron ¡Excelente!
Si no, tal vez le tocaba con Draco o Pansy y se ahorraba la vergüenza de estar con desconocidos, o podría tocarle algún desconocido que le llame la atención y le permita olvidarse del pelirrojo.

Sentía que tenía todas las oportunidades a su favor, así que ¿Qué podía salir mal?