Naruto del Ragnarok

Capítulo 2

Las fuerzas oscuras del Dios Carnicero que viajaron a la Tierra persiguiendo el Mjolnir fueron finalmente eliminadas. Central Park se convirtió en un campo de batalla, en una imagen perfecta de una guerra entre el lado de los buenos y el de los malos, en una imagen perfecta entre una guerra entre asgardianos y sus enemigos. El ejército del Dios Carnicero fue seleccionado para ser la representación de la muerte de los dioses mismos, una herramienta que el mismo portador de la All-Black usaba para obtener su Era sin Dioses, su anhelado sueño que podría conseguir en aquel universo derramando la sangre de sus enemigos. Ahora, una fracción de ese ejército había sido eliminada, se evaporó lentamente dejando tras de sí un olor acre, una oscura capa formada por cenias, huesos que se mostraban entre las mismas dando una imagen propia del averno mismo, del reino de la Diosa de la Muerte.

Las oscuras nubes se habían desvanecido cuando la última de las bestias oscuras fue eliminada por la hoja de uno de los asgardianos que aparecieron gracias al poder del Bifrost y del guardián del puente. Estos fueron un refuerzo, una ayuda que liberó la presión que los Vengadores tenían sobre sus hombros. Los seis miembros del equipo de héroes agradecían la actuación de los asgardianos. Gracias al liderato de Valkiria, ahora todos ellos estaban vivos y podían seguir avanzando en el tiempo un día más en sus vidas.

Como las actuaciones anteriores de Los Vengadores, aquella no escapó de las cámaras de los reporteros. Todo el enfrentamiento fue grabado por helicópteros que sobrevolaron Central Park, retransmitiendo la batalla a todas las partes del mundo. Cuando las bestias atacaron, tanto la prensa local como la extranjera se mantuvieron retransmitiendo a todos los lugares del mundo aquella batalla, aquel enfrentamiento que si sus héroes más fuertes hubieran perdido hubiera condenado al planeta a la destrucción completa.

Agentes de SWORD acordonaron Central Park. Una pequeña comisión de asgardianos acompañó a Los Vengadores a su base en el centro de Nueva York, en lo que una vez fue la Torre Stark.

Los Vengadores, siendo un grupo de héroes enorme como lo era, contaba con diversas bases por todo el mundo que podían utilizar cuando se movilizaban. Una de esas casas era la famosa Mansión de los Vengadores, donde los originales Vengadores formaron el grupo, donde los Young Avengers aparecieron por primera vez ante los viejos miembros y se mostraron como la nueva generación.

Otra de las bases estaba situada en la costa oeste. Aquella Torre Avenger estaba a nombre de Clint Barton, líder honorario de los Vengadores de la Costa Oeste, grupo que el mismo arquero formó al comprender que la otra mitad del país estaba desprotegida. En aquel momento los miembros del equipo eran los suficientes como para formar dos equipos independientes; equipos que, con los años, formaron ramificaciones por todo el mundo. Aquella formación inicial ahora contaba con diversos grupos: Vengadores de la Costa Oeste, Vengadores de la Costa Este, los Vengadores Ultimate, los Jóvenes Vengadores...cualquier otra formación de héroes, ni siquiera llegaba a la mitad de los miembros con las que contaban los Vengadores en su totalidad.

Tal vez los X-Men podían llegar al número con el que rivalizaban con Los Vengadores.

Utilizando la Torre de los Vengadores de Nueva York como base central, el grupo de seis miembros acompañó al pequeño grupo de asgardianos y los alejaron de los focos mediáticos que estaban dispuestos a devorarlos por completo. Con una batalla aun reciente, con una guerra posiblemente en ciernes, los medios de todo el mundo querrían obtener la primicia de los labios de alguno de ellos o de los súbditos y amigos del difunto Thor...

Thor, el Dios del Trueno. Durante la batalla, aquella arma legendaria que solo había respondido al Dios del Trueno, al difunto Rey de Asgard había reaccionado a las plegarias de un simple mortal, a las súplicas de un hombre que necesitó ayuda en un momento crítico de su vida. Un momento que podría haberlo hecho desaparecer del mundo de los vivos y lo hubiera llevado al de los muertos.