Capítulo II (El que busca encuentra)

47 18 25
                                    

«Hace más de un mes, desperté al percatarme de una hermosa voz, me propuse a seguir de dónde venía ese encantador sonido, nunca me había sentido así. ¿Por qué?, a pesar de nunca haberla escuchado se sentía como si siempre estuviera conmigo, esa lentitud, esa melancolía se volvía dinámica y elegante, su voz arrullaba.

El sonido provenía de la recámara de mi mamá, estaba el estéreo prendido. Busque por todos lados, no encontré ninguna caratula de algún álbum de donde proviniera, saque el disco ansiosamente, lo agarre delicadamente para evitar cualquier rayón, lo observe, pero tampoco pude ver ninguna marca que me hiciera reconocer de que artista era.

No dude en irme, me vi corriendo a mi cuarto, cerré con llave, inserte el disco en mi computadora con la esperanza de que me diera el posible nombre, pero solo parecía como "UNIDAD CD", aunque la carpeta tenía un nombre "Siempre canta con y para el corazón", no me daba ninguna respuesta, eso me desánimo, por suerte, la computadora lo había reproducido automáticamente.»

Hoy no me iba a rendir hasta encontrar respuestas, me arrepiento de haber sido tan egoísta con mis amigos respecto a ella, la verdad es que no dudaba de su hermosa voz, sino que me avía invadido algo que con mis parejas anteriores no, los celos, el miedo, celos de que alguien más se enamore de ella, miedo a que la encuentren primero, me hice a la pésima idea que era "mía", todo porque la necesito como aire para respirar, como rimas a la poesía.

Tenía que hacer una búsqueda "minuciosa", solo conozco el nombre de la carpeta «Siempre canta con y para el corazón». Lo primero que hice fue buscar la frase, pero no me salió ningún resultado satisfactorio, continúe buscando cantantes femeninas, tanto de los discos de mi mama, como en YouTube; Pasaron algunas horas.

Las dudas e incertidumbres me rondaron: «¿Si es de otro país?, ¿si es bastante famosa para mí?, ¿Si ya murió?» En toda mi vida no había escuchado tantas canciones, ya era muy noche y sabía que todos mis intentos iban a ser inútiles, era difícil encontrarla entre la gran gama de mujeres emergidas en el mundo de la música, «¿Me doy por vencido?». Acostado en mi cama me acorde de algo obvio, mi mama de seguro sabía, lo encontré en su estéreo reproduciéndose; Era noche y mi mama tenía que ir a trabajar en la mañana, pero era urgente que supiera la identidad de aquella persona en la que me había enamorado.

Abrí la puerta del cuarto de mi mamá, fui a su cama, la desperté.

—Mama, hace un mes encontré un disco en tu estéreo, estaba reproduciendo unas canciones con una voz hermosa —le dije con mucha pena.

—Con que tú fuiste quien se llevó el disco diablillo, pensé que lo había perdido —ella contesto con bostezos entre frases.

—Mamá, sabes ¿quién canta? —dije un poco desesperado.

—Mmm... sí, es tu prima, es el demo de su primer disco como solista —.

Ella siguió hablando, se lo había prestado la reciente esposa de mi tío, pero todo eso no me importo yo estaba impactado, me había enamorado de mi prima, el amor que he jurado mantener tal vez sea prohibido.

—bueno hijo ¿porque tan desesperado en saber quién es? —me dijo.

Inmediatamente me fui de la habitación sin decirle nada, no le iba a decir que me había enamorado de mi prima, no le haría saber a mi mamá lo que sentía.

Prox. Capítulo III (¿Una cita?) Disponible

Me enamoré de la persona incorrecta (Eloquente su voz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora