Capítulo V Final ("Siempre canta con y para el corazón")

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Se escucha un llanto escalofriante de desconsuelo, abro los ojos, me encontré empapado de lágrimas, el llanto había sido tan extenso que olvide que era mío, me vi al espejo «¿Porque no te callaste?», «"olvídame por favor"», fui por mí reproductor, agarre un martillo, rompí todo.

—Todo bien Daniel —dijo mamá mientras abría la puerta.

— No pasa nada — contesté.

Ella bajo la mirada, no me moleste en ocultar el martillo y los pedazos del reproductor.

— Hijo, ya han pasado 6 meses desde que murió Sara, me preocupas, sé muy bien que fue una gran impresión estar ahí el día de su accidente, pero debes intentar seguir, así como lo hicimos con tu papá.

— No metas a papá en esto, es distinto — «Era distinto».

— Lo sé — me dijo mientras se sentaba en la cama. — Le conté a tu tía sobre cómo estas por la muerte de Sara —.

— Porqué cuentas mis malditos problemas mamá, no le importa como estoy por Sara —conteste con un nudo en mi garganta.

—Claro que le importa, ella era su hija, por favor, escúchame, Daniel, solo quiero ayudarte. —me contesto mientras se inclinaba para levantar mi cara.

La vi directamente a los ojos, su mirada me tranquilizo, decidí intentarlo.

—La tía Yolanda me dijo, que Sara, siempre fue una chica muy sensible y no le hubiera gustado que se pusieran así por ella —.

— Ella no está viva para verme —.

— Lo sé, pero hay que intentar honrar su memoria hijo — dijo mientras limpiaba con un pañuelo los restos de lagrimas en mis mejillas.

Agaché la mirada, «" Honrar su memoria"».

— No la conocí bien, cantaba hermoso —.

— Eso que ni que —volteo a donde esta el reproductor echo trizas. — Eso que ni que — repetí con mucha nostalgia.

— Sara practicaba canto desde los 4 años, ¿sabías? — dijo, con astucia para romper el pequeño silencio.

—No, pero era de esperarse, de seguro tuvo una gran mentora —.

—Mentor, Jorge, su fallecido padre —.

— ¿Enserio?, ¿sabes cómo murió? — ella tenía razón cuando me dijo que sabía que era el sentimiento de perder un padre.

— Cuando Sara tenía 12 años, saliendo de un recital juvenil, los asaltaron, Jorge estaba entregando todas sus pertenencias, pero los asaltantes eran más ambiciosos, ellos pedían a Sarita, después de resistirse a entregar a su hija, por el forcejeo, se escapó una bala, le dieron un balazo en el pecho, los asesinos huyeron, no se llevaron a tu prima, pero si se llevaron la vida de su padre.

— Es doloroso ver cómo asesinan a un ser querido —. «¿Yo asesine a Sara? ¿porque huyó?».

— Si hijo, ver a un ser querido morir por enfermedad es difícil, lo sabemos, pero ver como lo asesinan da impotencia es traumático.

«Ser querido»

— Madre, ¿porque fuimos la única familia en su funeral? —.

— Lo mismo me pregunté, me cuenta tu tía que nunca les agradaron a los familiares de Jorge, Sara no era hija su hija biológica, cuando se enteraron de que murió por salvar a tu prima toda la familia les dio la espalda, Sara no solo había perdido a su Papá sino también, a su familia, ella se la pasaba desconsolada y deseando que no hubiera pasado.

— "Deseando que no hubiera pasado" —cite sus palabras, «"olvídame por favor"».

— Puedes aprender a superarlo como lo hizo Sara —.

— ¿Como lo hizo? —.

— Su padre siempre le decía un lema "siempre canta con y para el corazón" —. «Eso explica el título de su disco». — Sara empezó a cantar de nuevo, honrando la memoria de su padre. Tu prima también vio a un ser querido morir frente a ella, perdió a su familia, sufrió mucho, pero supo seguir adelante, hacer algo que le apasionaba.

— Vivir con y para el corazón —.

Mi mamá se me quedo viendo durante un largo rato, en ocasiones me encontraba con su mirada, yo no podía pronunciar ninguna palabra, se levantó de mi cama me dio un beso en la frente y por fin salió de mi cuarto.

Después de varios minutos viendo a la nada, con la mente en blanco, metí el disco en la computadora, "siempre canta con y para el corazón", arrastre las 12 canciones a mi celular y me puse los audífonos, «"olvídame por favor"», Sali de mi casa.

Caminando rumbo al centro pasaba canción tras canción, me puse a pensar en la tristeza que sintió ella al perder a su padre, ser rechazada por su familia, me imagino el pavor que sintió cuando le dije que me gustaba, pensó en nosotros, su nueva familia, ¿le volvería a dar la espalda por tener una relación conmigo?, supongo que ella creía que sí, la puedo entender que huyera.

¿Soy tan fuerte para vivir sin ella?, en la última canción me puse frente a la carretera, cerré los ojos, salí corriendo.

Mi mente contaba los segundos.

«Uno». Escuche el tráfico, «¿Porque no te callaste?», me repetía en voz alta.

«Dos». Un claxon pitaba desesperado a lo lejos. «"Olvídame por favor"», sus últimas palabras.

«Tres». Perdóname Sara, perdóname mamá, «" Honrar su memoria", ¿Quién va a honrar el amor que sentí por Sara?» abro los ojos.

«Cuatro». «¿Estoy vivo?».

Un carro se ha detenido enfrente de mí, el chofer me grita una serie de obscenidades. Me tiro al pavimiento apretando el reproductor lo más fuerte con las manos, han acabado las canciones, empiezo a llorar, me quedo acostado de manera fetal, esperando, inspirado, feliz por vivir con y para el corazón. 

FIN

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Quiero agradecerles por leer la historia, espero les gustara.

¿Les gustaría un epílogo? puede que llegue algún día, con una sorpresa para mis más fieles lectores, sin mas que decir... 

Los leo y espero que me sigan leyendo, Gracias.

Me enamoré de la persona incorrecta (Eloquente su voz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora