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El suave canto de las aves.
El cielo sin nubes y un día soleado.
El aire fresco que golpea suavemente mi rostro, al mismo tiempo que hace bailar a mi cabellera de un lado a otro cada vez que el viento sopla a mi alrededor. Fue el ambiente en el que me encontre despues de cerrar la puerta al salir de casa.
Ahora mismo estoy a punto de dirigirme a la escuela, despues de dos semanas de vacaciones, las cuales no me parecen lo suficientemente largas como para aliviar el estrés mental que carga un estudiante en su día a día durante lo académico.
La preparatoria Minegahara, que es la escuela a la cual asisto, es una preparatoria bastante normal para gente normal. No tiene nada relevante que lo haga diferente o especial de las demás escuelas de su categoría.
La razón por la que opte por ingresar en esa escuela, es porque su ubicación la situa cerca de dónde resido.
Solo bastan unos minutos de viaje en tren y otros minutos a pie para poder llegar.
Sería molesto y agotador tener que viajar más si hubiera decido ir a otra preparatoria.
Es agotador el solo imaginar el esfuerzo que haría todas las mañanas al ir a la escuela, y todas las tardes al regresar, si la la preparatoria Minegahara estuviera más lejos de su posición original.
Dado que voy en buen tiempo, no hay razón para acelerar mis pasos y preocuparme por llegar tarde. Por lo cual, voy con pasos tranquilos. Pero esto se debe más a que estoy intentando digerir de buena manera lo que desayune hoy.
-¡Yo, Houtarou!-
Doblando en la esquina de una calle, detrás de mí, una voz como esa me hizo detenerme.
Entonces me giré para encontrarnos de frente.
-Cuanto tiempo sin verte. ¿Listo para regresar a clases?-
La persona con la que me encontre de camino a la escuela, y justo ahora se posicionó a mi costado es mi vecino en el salón de clases.
Esto es por qué nos sentamos uno al lado del otro.
Él y yo fuimos juntos a la escuela secundaria por lo que nos conocemos muy bien.
Fukube Satoshi, además de un compañero es un viejo amigo. Para ser chico era algo bajo de estatura, y por su apariencia frágil puede ser confundido con una chica si se le mira de lejos. Pero en realidad era bastante animado, especialmente cuando perseguía algo que le interesaba. Al punto de que era capaz de pasar a segundo plano las cosas "necesarias" para consentrarce en lo que le llamaba la atención.
Camina con una sonrisa dibujada en los ojos y la boca y con un morral en el que quien sabe que tantas cosas llevaba.
En un principio, Satoshi me parecio alguien bastante molesto, y su personalidad intrepida me causaba cierto desagrado al solo verlo.
Pero eso no era algo relevante que me afectará en gran manera. Así que lo deje ser.
-Supongo que si- Solo le respondí con una respuesta algo baga.
-Con actitud desde un inicio eh- dijo sarcásticamente
-Apartir de ahora seremos estudiantes de segundo año-
Es verdad, hoy dejaremos de ser los alumnos de menor grado en la escuela.
Eso es algo que debe alegrar a la mayoria de estudiantes de nuestro año escolar.¿La razón de esto?
Se debe a que los alumnos de segundo grado tienen un complejo de superioridad contra los alumnos de primer grado. Aúnque esto tambien se aplica a los segundos por parte de los terceros.
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Un Cambio Total-- (Oreki x Mai)
RomanceLos animes mencionados en esta historia, al igual que los personajes no son de mi autoría. Crédito a sus respectivos autores.