Primer suceso - 14/02/1993
Era una fría tarde de enero, una pareja, pensó que sería buena idea venir de turismo en invierno ya que seguramente en estas fechas habría menos personas y sería mas fácil visitar los lugares emblemáticos de este pueblo. Llegaron algo tarde, cuando ya estaba anocheciendo, serían sobre las 19:35 de la tarde cuando, decidieron visitar algo antes de parar en el motel que habían alquilado previamente. Habían visto varios sitios muy bonitos por internet y los tenían pendientes para los siguientes días pero, para este primer vistazo querían dar una vuelta ellos solos. El pueblo estaba dividido en dos partes, la parte mas nueva donde vive la mayor parte de las personas y la parte mas antigua, donde se sitúa el antiguo motel, las casas de las personas mas mayores y, por supuesto, que conecta con la ruta sin nombre.
Empezaron a caminar por la zona sin encontrar ni rastro de vida, mas que alguna persona mayor que les observaba sin decir nada. Tampoco era extraño, era una tarde de invierno, además en sábado, ¿Quién iba a ver a esas horas? Siguieron caminando y se fue haciendo tarde hasta que encontraron una zona que pese a verse algo mas antigua que el resto, parecía de interés ya que había algunos monasterios abandonados e incluso casas bastante grandes, aunque todas estas en mal estado. En un momento pasaron por un antiguo monasterio, que pese a parecer estar en muy malas condiciones, daba bastante curiosidad ver como estaría por dentro, tampoco había nadie cerca que les fuese a decir que no lo hiciesen. El chico, Liam, se dispuso a entrar pero su novia, Mía, le dijo que no sería una buena idea, que tal vez sería mejor regresar a la zona de antes y descansar en el motel. Liam, pese a su interés por ver que habría dentro, le hizo caso, ya se estaba haciendo tarde y aunque le costase reconocerlo, también le daba miedo entrar ahí solo, asique se dieron media vuelta y se fueron.
Al llegar al motel, este se veía muy antiguo y desgastado, solo había un viejo recepcionista en la barra esperando su llegada, tampoco podían esperar mucho mas, al fin y al cabo habían cogido la opción mas barata a la hora de hospedarse. Al entrar el recepcionista les dio la llave de su habitación, la no. 37 en la segunda planta, les pidió que por favor no hiciesen mucho ruido ya que esta noche, excepcionalmente, había varias personas hospedándose también en el motel, a lo que no pusieron ningún problema. Antes de subirse a su habitación, Liam, le preguntó sobre aquellos antiguos monasterios por los que habían pasado, el recepcionista puso cara de impresión al hacerle esa pregunta, respondió que es mejor que no fuesen por aquella zona, que era una ruta antigua sin nada de interés y que ya no se usaba, y que además era peligroso por si se desprendía algún edificio ya que estaban realmente en mal estado. "No se como el ayuntamiento no hace nada al respecto", decía indignado, mientras repetía que por favor no pasásemos por allí mas, ya que podría ser peligroso. No dijimos mucho mas y decidimos subir a nuestra habitación, el estado de la segunda planta era aun peor que el de la recepción, todas las paredes descolchadas y realmente olía mal en este sitio, pero tampoco quisieron quejarse ya que al final de cuentas, era la opción mas asequible. Entraron en su habitación, conversaron un rato y se quedaron dormidos.
Liam se despertó sobre las 03:15 de la mañana con ganas de ir al baño, se levanto cuidadosamente para no despertar a Mía y salió de la habitación. En este momento recordó que en la página dónde alquilaron el motel ya avisaba que no disponía de baño debido a que, al ser tan antiguo, el estado de las cañerías era pésimo y no era utilizable. No le vio demasiado problema, decidió salir fuera del motel e ir a cualquier arbusto de la zona. Al salir de la habitación, vio a una chica, con el pelo algo descuidado y los ojos marrones, en la esquina del pasillo, con la mirada perdida como si no supiese a dónde ir. Liam se acercó a preguntarle si estaba bien o si necesitaba algo, pero le respondió que no, "simplemente estaba dando un paseo antes de dormir", le respondió. Empezaron a hablar y Liam le preguntó sobre si había visitado aquella ruta antigua a la que el había ido por la tarde, y, para su sorpresa, le respondió que sí, que había visitado todos y cada uno de aquellos monasterios y que le parecían fascinantes, sobre todo uno situado al final del camino, termino la frase diciendo: "¿Te gustaría que fuésemos a verlo ahora?" Aunque en un primer momento le pareció una locura, le dijo que si, si no era ahora no iba a ir en otro momento, ya que Mía no querría entrar, y entrar solo sería una locura. Juntos caminaron hasta aquella extraña ruta y fueron pasando por los monasterios, poco a poco Liam iba teniendo mas miedo de lo que pensaba, mientras a ella se la veía completamente tranquila, como si hubiese caminado por aquí miles de veces. Por el camino iban conversando sobre donde eran o sus aficiones, aunque en ningún momento ninguno de los dos dijo cual era su nombre.
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LA RUTA SIN NOMBRE
HorrorEn un pequeño pueblo al norte de España, había una ruta que nunca había sido nombrada ya que no llevaba a ningún lado pero, tras lo sucedido en los últimos años, la gente de la ciudad empezó a llamarla "La Ruta Sin Nombre".