Parte 2

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-2 –


Pete observó al castaño con miedo, llevaba varios minutos en silencio solo observándolo, sus ojos seguían abiertos y podía jurar que no estaba respirando. Con cuidado de acomodar a la beba contra su pecho estiro su diestra y presiono suavemente el hombro del castaño.


-¿Vegas?- al ver que no reaccionaba lo sacudió un poco- hey, Vegas ¿Estas... bien?

-Mi hija – murmuro por lo bajo antes de cerrar sus ojos una fracción de segundos, al abrirlos de nuevo salto hacia atrás incorporándose por completo- ¿Mi hija?- vio a la beba incrédulo- ¿Es... en serio Pete? ¡¿Me escondiste a mi hija?!

-No te la escondí, y baja la voz por favor, ella es aún un bebe.

-Lo sé - dijo algo alto y pareció repensarlo, se inclinó hasta quedar frente él y bajo la voz-lo sé ¿De acuerdo? Pero... no puedo creer que no me hayas dicho nada.

-Te lo dije, estaba asustado, creí que no me querías y...

-¡Aun así!- trato de controlarse para no gritar, estaba molesto- todo este tiempo que te busque, que quise estar con vos... jamás imagine que podrías ocultarme algo como esto.

-Lo siento- bajo la mirada sintiendo sus ojos humedecerse, ahora que el castaño se lo echaba en cara se sentía el peor tipo de persona- pero tenía miedo de que no la quieras.

-¿No quererla? Siempre quise tener una hija- las palabras hicieron que el pelinegro lo mirase- y cuando te encontré, cuando supe que eras mi pareja... imagine que la tendríamos juntos- se puso de pie viéndose derrotado, cuando le dio la espalda el pelinegro temió lo peor- no creí que pudieses ser tan malo Pete.

-¡No lo fui! Tenes que entenderlo, estaba asustado- se puso de pie pegando a Vevs a su pecho, sus labios temblaban – te amo Vegas, y tener a Vevs fue lo mejor que me paso. Aun si pensaba que no me querías, o que lo nuestro nunca funcionaria, no me arrepentí de nada solo por tenerla.- empuño sus brazos temiendo que se marchase. Después de escuchar su confesión y saber que lo quería, aun ahora, él no quería que se fuera- fui un cobarde y tome malas decisiones, pero por favor... no te vayas ahora. Puede... que no te lo haya dicho, pero Vevs realmente merece tener a su padre, aun si no queres estar conmigo.

-¿Qué?- Vegas se giró, la confusión cubriendo sus hermosas facciones- ¿De que estas hablando?

-De... que entiendo si ya no queres estar conmigo, pero ella no merece pagar por mis errores.

-¿Crees que quiero dejarte?- soltó con una expresión de desconcierto que lo asombro - ¿Crees que después de buscarte como un loco por todo un año solo... voy a dejarte?- Pete asintió tragando nervioso, no encontraba su voz- ¿Por qué? Después de todo lo que pase, de lo desesperado que me sentí, y más... sabiendo que tenes una hija mía ¿Por qué crees que quiero dejarte, a vos, al hombre que amo?

El corazón de Pete latió de prisa ante esas palabras. Él no lo vio venir.

-¿Me amas?

-¡¿Qué crees que estoy tratando de decirte desde que llegue Pete?! Por dios- sacudió sus manos viéndose casi desesperado- te amo idiota. Aun si me dejaste de la peor forma y me ocultaste algo tan importante como una hija.- sus ojos se encontraron y Pete pudo ver el dolor en ellos- aun si me rompiste el corazón al irte, yo aún te amo Pete. Y ahora más que nunca quiero estar con vos.


Las piernas del pelinegro temblaron y repentinamente perdió el eje, justo antes de que caiga sintió los brazos de su alfa sostenerlo. Dejando a la pequeña contra ambos, Vegas se apresuró a acomodarlo entre sus brazos, la mirada que le dio lleno el agrietado corazón de Pete volviendo sus latidos casi irracionales.

Our Venecia (Vegaspete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora