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–Es niña señores

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–Es niña señores.– Dijo la anciana al ver la pequeña pero había algo raro.

–¡Esperen! Hay algo raro con la pequeña... ¿Tiene un pene?.- dijo confundida la anciana.

Todos quedaron sorprendidos.

–¿Esta segura Madre?.–

–Si cariño.–

–Wow eso es extraño pero una así la vamos a querer.–

8 años después

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8 años después.

La pequeña Lalisa era muy curiosa y se adentro a un lugar donde le tenían prohibido.

Se a dentro y vio dos katanas muy hermosas y bien cuidadas.

El señor Marco se adentro al cuarto donde estaba las katana, es decir a su oficina se adentraba.

–¡Lalisa! Que haces aquí niña, estás prohibido que entres aquí te lo eh dicho.–

–L-lo siento papi, es que me dió mucho curiosidad.– bajo la cabeza, suspiro el señor Marco.

–Papi, ¿cuando podré utilizar esas cosas?.– señaló a las katanas colgadas.

–Lalisa, cuando tengas trece años te enseñaré a ultizarlos, por qué estás muy pequeña. La pequeña asintió para después irse del lugar.

–Padre

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–Padre.– trato de captar la antencion de su padre, pasaron al rededor de seis años. Lisa ya tiene catorce años, aún que su padre le dijo a los trece pero le dijo que un año más y la va enseñar.

–Que sucede Lalisa.– suspiro captado toda su atención de su hija.

–Ya me vas enseñar lo que me prometiste?.– El señor Marco sabía que no tenía de otra que acceder a su petición de su hija única y que ama.

–Bien. Solo que toma en cuenta que vas a tener ejercicio y entrenamiento fuerte.– Lisa asintió sientos de veces un "si".

Marco saco las dos katanas del su estante. El señor sabía que un día lo iba utilizar unos de sus futuros hijos y tenía que entrenarlos cómo debería de ser.

Así fue la vida de Lalisa, una buena educación y con fuertes entrenamiento sobre como ser un samurái. Hasta tener 20 años, ya se había convertido en un gran samurái y tan respetado. Todo gracias a su padre y que descanse en paz en su corazón.

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El samurai | Jenlisa (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora