Capítulo 2: ¡Naruto Uzumaki!

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Un nuevo día comenzaba y yo me encontraba preparándome para otro día de escuela. Comenzé a ponerme mi uniforme y cuando termine con eso, empecé a cepillar mi larga cabellera azulada junto a mi frequillo.

Ya lista, salgo de mi habitación y cuidadosamente bajaba las escaleras para no despertar a nadie, pero lamentablemente me encontré a la persona que menos quería ver a" mi madre."

Con tan solo verla me arruinó mi día por completo y no me equivoque.

_ Por lo que veo, por fin te indignaste a salir de esa maldita habitación-.. dijo enojada-..

-_-

Como siempre yo la ignoraba y pasaba por su lado dirigiéndome a la sala de estar para buscar uno de mis libros , sentí como se acercaba hacía donde yo me encontraba, hasta que hablo nuevamente.

_ Ya veo, así que prefieres ignorarme por completo-..- si así lo quieres, cumpliré tu deseo.

Mire de reojo como se iba de la sala cuando se detuvo y dijo:

_ Ah y una cosa más Hinata, te quería felicitar por que por fin, has escuchado uno de mis consejos!!

_ ¿Que consejo?- le pregunté mientras volteba para mirarla directamente a sus ojos color perla.

_ Y ese milagro que me has respondido, pero si te interesa tanto saber te lo diré, me alegro que estes dejando de comer, porque no creas que no me he dado cuenta..

Es verdad que he dejado de comer e incluso me llegó a alimentar con una o dos frutas al día y lo demás es agua, pero no es porque que mi madre me lo haya pedido, sino que simplemente tengo tanta cosa en la cabeza cómo las pruebas de a finales de año y sobre todo por pensar si seria buena idea de declararme a naruto o no.

_ Eso no es tu problema- respondí cortante.

_ Es mi problema por qué lamentablemente eres mi hija y yo ya no quiero seguir hablando de lo mismo contigo, lo único que te pido es que cuides tu apariencia e incluso tu hermana te gana siendo que es menor que tú, no crees que deberías dar el ejemplo.

_ Es mi cuerpo yo hago lo que quiero con el- le contesté.

_ Claro que es tu cuerpo y me da lo mismo lo que te hagas, pero lo único que te pido es eso, no te cuesta nada- alzó su voz.

Baje mi mirada hacia al suelo conteniendo la rabia que llevo por dentro, mientras apretaba mis puños, cuando volvió a hablar.

_ Tu crees que no me da vergüenza tener una hija con "sobrepeso" viniendo de una gran modelo como yo!!!-.. ojalá sigas así, porque ningún hombre se va a fijar en alguien como tú si vas por ese camino, eso es todo lo que tengo que decir, con permiso hijita!!- dijo lo último en tono de burla, hasta que finalmente desapareció de mi vista.

Tome mis cosas y salí de esa casa de una ves por todas. Como me gustaría irme y no volver más, la única alegría de ese infierno es mi hanabi pero aún así, siento que mi paciencia se agota e incluso pequeñas lágrimas se asomaban por mis ojos, me prometí a mi misma no llorar y solo sonreír, pero en algunas circunstancias no puedo evitarlo y esta es una de ellas.

Caminaba rumbo hacia al colegio y cuando llegue a la entrada me dirigí directamente al salón de clases, como siempre era la primera en llegar. Me sente en mi pupitre y puse mi cabeza en la mesa para aliviar el dolor de cabeza que mi madre me había provocado, mientras que limpiaba mis lágrimas con una pañoleta que llevaba en mi chaqueta.

Poco a poco mis compañeros llegaban al salón, cuando de repente se escucho el grito de las chicas y supuse en ese instante de que había llegado "el".

El poder del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora