Jamaica

II

¿Cómo había llegado a ese punto?
Miró las 4 pruebas positivas sobre el lavabo y posó su mano temblorosa sobre su apenas abultado viente, inmediatamente las ganas de vomitar se apoderaron de su ser y se dejó caer de rodillas frente al inodoro, expulsando todo lo que tenía en el estómago.
Estaba embarazado.

Las lágrimas no tardaron en aparecer e inundar sus castaños orbes llenos de miedo e incertidumbre una vez su estómago se vació.
Sabía perfectamente quien era el padre, al igual que cuando había sido concedido y eso solo lo ponía más nervioso.
¿Qué haría ahora? Ni siquiera sabia donde estaba el argentino y mucho menos tenía contacto alguno con este.
Levanto con cuidado su playera y miró su pequeño vientre, ¿cómo no se había dado cuenta antes? ¿Por qué no lo pensó cuando los primeros síntomas aparecieron?

Tenía que calmarse y buscar una solucióna todo esto, empezando por hablarlo con el padre. Rápidamente a su mente llegó, "Lionel" la pareja de su padre y mentor de Julián, a su vez su padre llegó a su mente y sintió como si un valde de agua fría le hubiese caído, ¿cómo iba a reaccionar Memo ante la noticia?

Para la buena o mala suerte de Kevin, Memo y Lionel se encontraban teniendo unas pequeñas vacaciones de pareja en el país. Sin pensarlo mucho tomó las llaves de su auto y se dispuso a ir a ver a su padre y madrastra.

Jamás olvidaría la cara de Memo cuando le dió la noticia.
Cuando el portero encontró a su retoño en la puerta de su casa, lo primero que pensó era que había ido a pasar un fin  de semana en familia,  estando completamente alejado de la verdadera razón de la visita de su cachorro.

"Estoy embarazado" fueron las primeras palabras que salieron de su boca cuando su papá lo hizo entrar.
En la cara del alfa podían notarse el miedo, la rabia, la desesperación, la tristeza y la preocupación que sentía por su cachorro, era todo un mar de emociones al igual que su hijo, quien sin pensarlo se había puesto a llorar por la desesperación.

Su padre se había mantenido callado mirándolo, hasta que Lionel entró a la sala sintiendo aquel tenso ambiente. Lo primero que hizo fue acercarse al menor y abrazarlo preocupado, para después mirar a Memo enojado y preguntarle qué estaba pasando.

—¿Qué pasá aquí Guille? —le recriminó, pensando que le había hecho algo al cachorro.

Memo estaba sin palabras, ¿cómo podría el explicarle lo que pasaba?
Kevin aspiró el aroma del omega para tranquilizarse y se dejó envolver por las feromonas de este, sintiendo más tranquilo y seguro.

—Estoy en cinta. —por fin había logrado decirlo.

Lionel lo atrajo más así al ver sus ojos cristalizarse y lo consoló.
Por su parte Memo intentaba tranquilizarse y pensar, para no meter la pata y lastimar a su hijo.
Una vez sintió todo más tranquilo se sentó a su lado y al igual que Lionel lo envolvió en un abrazo, Kevin se acurrucó en su regazo y cerró los ojos deseando que todo eso fuera una pesadilla.