Ese día es de esos donde la clientela potencial escasea.
Lleva aproximadamente dos horas parado junto a la barra bebiendo uno que otro trago de agua para pasar la amargura que le quedó en la boca por hacerle una mamada a un cliente. Uno que en su sano juicio fuera mandado a volar si su situación económica no estuviera de la verga.
¿Qué le costaba tener algo de higiene?
Maldito sea el momento en que metió esa asquerosidad de pene en su boca.
Malditasea la competencia.
Últimamente el club donde trabaja está abarrotado de prostitutas baratas que no se hacen valer. Es por ello que el negocio se le ha estado callendo y anda con un humor de perros.
¡A la mierda todo!
Volverá a pegar su culo en ese maldito tubo para no morir de hambre y pagar sus deudas.
Admite que le gusta ser follado de vez en cuando, para no decir que es un aficionado al sexo, pero esa mierda de ser tratado como un animal gemidor para complacer a alfas adinerados desde hace rato no le está gustando.
Antes de caer en eso que él profesionalmente llama: "grita maldita perra", bailaba en un escenario con poca ropa y se ganaba la vida decentemente. Aunque claro, esa decencia se fue al caño después de una pelea con la favorita del momento de su jefe.
Ese maldito gracias a alguna divinidad no lo hechó del local, pero lo condenó a vender su cuerpo por unos cuantos meses. Porque sí, ese día recuperará su puesto en los escenarios a como de lugar.
Caminó decidido al segundo piso del local tratando de no interrumpir a los que se divierten "sanamente" en la pista de baile. Wang, como de costumbre, se encuentra custodiando las escaleras que le llevarán a su anhelado lugar de trabajo, lo que quiere decir que su cometido se verá interrumpido brevemente.
—¿Y eso que te asomas por estos lares? —cuestionó el temido y carismático cuerpo de seguridad del club.
—Hoy no estoy como para soportar tu humor nefasto Jackson —replica, dejando salir un suspiro ansioso—. Pero bueno, supongo que recuperar mi puesto de trabajo me trajo aquí.
—Sabes muy bien que no puedo dejarte subir.
—Hagamos un trueque.
—SeongHwa —le mira fijamente—, no vas a pasar. Sé que económicamente estás en el limbo, pero me han ordenado que no te deje acceder a la zona roja.
—Por favor Jackson, necesito recuperar mi estilo de vida lleno de lujos y tranquilidad. Asi que colabora y quítate del maldito camino si no quieres quedarte sin descendencia —amenazó, fulminandolo con la mirada.
—Parece que hoy hay huelga en el negocio —SeongHwa, al escuchar la voz de su jefe esbozó instantáneamente una sonrisa pícara—. Tiempo sin verte por aquí, Park.
El mencionado se voltea lentamente manteniendo su sonrisa para darle la cara al alfa, que como siempre, luce un traje confeccionado a la medida. Y como no, viene acompañado de la zorra que amistosamente le jaló las greñas.
—NamJoon, justo iba a buscarte —comentó, manteniendo su radiante sonrisa.
—Parece que andamos en las mismas... —replicó, y SeongHwa casi chilla de la felicidad por tal respuesta.
Al parecer los cosmos se alinearon en el cielo y las cosas están llendo demasiado bien como para ser verdad.
El disgusto de la joven que acompaña a el magnate era más que notorio, y Park, que nunca deja escapar una disimuladamente acomodó uno de los mechones rosados de su cabello exponiendo su dedo medio.
Luego de aquellas palabras dichosas que claramente son su pase a la "buena vida" que está acostumbrado, le mandó un beso volador a Wang antes ponerse en marcha y subir de una vez por todas las escaleras que le llevarán al cielo.
Siente como la adrenalina recorre su cuerpo y el extenuante andar que le caracteriza no pasó desapercibido por los clientes de la zona V.I.P
Sus días de prostituta cara se acabaron finalmente y jamás volverá a pisar el primer piso del club para fines "laborales."
No volverá a tener una sesión de compañía con alguien...
♡
ʙᴇᴀᴜᴛɪꜰᴜʟʙᴇʟɪᴇᴠᴇ
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Mi Última Sesión |HongHwa|
Fanfiction"A los alfas no les interesa tu placer. Solo quieren que gimas como una perra cuando profanan tu cuerpo." .♡. HongJoong, un reconocido diseñador de modas de Corea del Sur, anda en busca de una nueva musa par...