Extra😼

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Terminé de colocarme el pantalón corto que me prestó BeomGyu y, cuando estaba apunto de ponerme la remera, me miré en el espejo del baño.

Muy pocas veces dejaba inspeccionar mi propio cuerpo de esta manera, aunque no me gusta ya que no me creía tener una buena figura física. Era delgado, pero no tenía un cuerpo firme y robusto como solían tener algunos, muchos menos músculos firmes y fuertes.

Literalmente vivía a base de comidas chatarra-como solía decir mi madre-y sin tener una rutina física en movimiento. Apenas sabía levantarme de la cama para llegar hacer algún deporte o ir al gimnasio. Y eso sí, no entendía cómo Donghyuck o Renjun llegaban a tener sus cuerpos tan perfecto, o bueno eso lo veía a simple vista.

Salí de mi nube de pensamientos cuando escuché unos toques suaves a la puerta, mientras era abierta lentamente y una cabeza dejarse ver, asomándose.

Era Jeno.

-Perdón por no ser paciente. Pero tardabas tanto en responder, que me preocupé -Jeno lucía de aquella manera que dijo: preocupado-. ¿Te encuentras bien?

Asentí, un poco tímido al darme cuenta que estaba sin la remera puesta y dejando ver mi torso a la visión de Jeno, o bueno, quizás un poco que dejase ver la toalla.

-¿Seguro?

-Sí. No es nada... Sólo me quedé pensando en cosas y no te escuché. Lo siento... -desvíe la mirada hacia el suelo, apretando con firmeza la toalla contra mi pecho.

-Hey, ¿Qué sucede? -se acercó hasta estar lo suficientemente y extendió una mano hasta posar sus dedos sobre mi barbilla y levantarla, para que mis ojos se encuentren con los suyos.

Cómo podía negarme a no decirle a esos luceros hermosos que tenía, y además notaba el desespero y lo preocupado que estaba.

-Quizás para ti no es nada, y capaz suene estúpido lo diga, pero es así como me siento... -hice una pausa y cerré mis ojos para armarme de valor y seguir concluyendo-. No tengo una buena autoestima y no me considero tener un... ¿Un lindo cuerpo? No sé, pero, a veces me hace sentir inseguro conmigo mismo y odio ser inseguro... Es frustrante.

Deje de hablar, esperando una burla por parte de Jeno al ver lo patético que actuaba en ese momento. Pero eso nunca fue así.

Ninguna burla o risa se hizo escuchar en aquellas cuatro paredes del baño, al contrario; unos brazos me rodearon y me apresaron en ellos.

Abrí lentamente mis ojos y una sonrisa cálida se formó en mis labios. Jeno me estaba abrazando, mientras sentí algunos que otros cortos besos sobre mi hombro descubierto, haciéndome una leve cosquillas me generara.

-Entiendo que te sientas inseguro por eso, Bonito. Porque yo también tengo las mismas inseguridades. Muchas veces suelo sentirme inseguro por el que dirán, por más que medio mundo hable de mí, de mi apariencia o mi físico -se separa un poco, hasta quedar cara a cara, pero sin dejar ir sus manos de mis caderas-. Pero siempre trato de evitarlos para no sentirme afectado conmigo mismo, yo sé quién soy y conozco mi cuerpo. Así como tú conoces el tuyo y nadie más. Nadie es perfecto, pero somos perfectos a nuestra manera y eso nos hace especiales.

(Espero que hayan entiendan el mensajito, es para todes<3333)

Sus palabras me dejaron con la boca, literalmente, abierta. En serio, ¿Ese era Jeno, al que todos conocemos? Wow.

-Para mi eres especial, minnie.

Si mis mejillas hablaran por sí solas, me ganaría dinero cada vez que Jeno dijera esas cosas tan, pero taaan cálidas a mi corazón. Ya habria ganado suficiente dinero.

𝟷𝟸 𝙺𝚒𝚜𝚜𝚎𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora