18. Because it was you

40 3 0
                                    

%¡ porque fuiste tú !%

Me negaba rotundamente a abrir mis ojos.

Pero la luz tenue del sol entrando por mi ventana, que se proyectaba justamente en mi rostro, mataba totalmente las esperanzas de poder seguir durmiendo.

Un quejido frustrado salió de mis labios y me limité abrir lentamente mis ojos, que poco a poco iban aclarándose y dejando ver por completo el techo de la habitación.

—¿Qué hora es- —mis palabras a duras penas quedaron hasta ahí cuando la alarma de mi teléfono móvil timbrara y la puerta de mi habitación se abrió, dejándome ver a mi madre adentrándose a esta misma.

—¡Buenos días, hijo! —tan sonriente como siempre mi madre, que levanté mi mano y la agité a modo de saludo—. Llegué junto con tu alarma, genial.

—Aunque así fuera, no tengo ganas de levantarme —dije mientras apagaba la dichosa alarma.

—Oh, claro que te levantarás, Na Jaemin. Has faltado casi una semana, y ya es hora de que vuelvas, jovencito —y ahí está mi madre regañona de siempre.

—Lo sé, pero igual.

—Deja de hacer berrinches y levántate, que en cualquier momento vendrá Injun a buscarte y tú aún no te has preparado —sentenció abriendo las cortinas, dejando que la luz entrara más de lo común, y se diera vuelta lista para irse; pero, sin falta, lanza su mirada amenazante.

Y claro que la entendí perfectamente, que rápido me levanté de la cama y me encerré en el baño.

Dejé salir un suspiro prolongado de mis labios y me sostení del mesón de mármol, que estaba enfrente del espejo del baño. Fue mala idea levantarme de esa manera, siento el mareo golpearme levemente. Dejando de lado el drama del momento, termino de hacer mis necesidades para luego darme una ducha rápida, y salí de allí para comenzar a vestirme.

Bien, para dar una buena actualización de lo qué pasó estos últimos días, que realmente me tomé para faltar a clases después de lo sucedido en el festival deportivo. Digamos que las cosas estuvieron un tanto descontroladas y poco apaciguadas, muchos llantos de tristeza y dolor. Muchos sentimientos encontrados, y decepciones gravemente asumibles.

La verdad, ¿a quién más le podría pasar tales cosas? Solo a mí. A Na Jaemin.

Después de que Minjeong me dejase en casa y que esta misma me acompañase un rato largo en casa, hasta que recibió una llamada de su novia y la pelinegra de Kim tuvo que irse, dándole la gran explicación a mi madre; quién al verme llegar con los ojos llorosos y un semblante bastante vulnerable por los hechos sucedidos anteriormente, se preocupó mucho.

Estuvimos un prolongado rato con mi madre, mientras ella me mimaba y transmitía toda su confianza hacia el apego materno y protector para que pudiese contarle con lujos y detalles ante lo sucedido y desde mi punto de vista. ¿Costó hacerlo? Sí, obvio que sí. Porque cada dos por tres de que le contaba algo, las lágrimas salían sin pudor de mis ojos y el sollozo agudo era pronunciado de mis labios. Y ella tenía que consolarme a cada rato. Pero al final de cuentas, pude terminar de comentarle todo.

Ella quedó sorprendida—incluso más que yo—, que por un momento pensé que no respiraba. Pero no fue así, ella estaba procesando todas las palabras dichas de los hechos relatados por mí

—La verdad no entiendo. Mi yerno- digo,Jeno no parecía con la intención de lastimarte de esa forma —comienza hablar mi madre, mientras se recuperaba de su estado de "shock" y acarició mi cabello—. Es decir, la forma de cómo te miraba y cómo actuaba ante ti, era tan real. Cómo sí él realmente estuviera enamorado ante todos los movimientos tanto precisos y torpes que hicieras. Te prestaba atención cada vez que tú, mi hijo, hablabas y reías. Pero, aún así, cometió un error al querer involucrarse a través de una absurda apuesta. Porque sí. Es sumamente absurdo lo que hizo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 17, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝟷𝟸 𝙺𝚒𝚜𝚜𝚎𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora