𝟷𝟸 𝙺𝚒𝚜𝚜𝚎𝚜

13. Eigth kiss

% ¡ octavo beso ! %

Un quejido salió de mis labios cuando Lia me entregó una caja cerrada, que adentro contenía libros de Anatomía y de Ciencias, para ser llevado al salón de Biología.

-Gracias por ayudarme, Jae -me sonríe, viéndose tan inocente que no pude contener, y le devolví el mismo gesto-. Juro darte un descuento cuando vengas a retirar libros para tus trabajos y, obviamente, hablarle a tus profesores para que te den créditos extra por el compañerismo que eres.

-Está bien, no hace falta. Aunque pediría esos créditos extras para poder tener al final de los exámenes -dije, para luego despedirme de Lia y salir de la biblioteca.

Bueno, quizás haya pasado un largo tiempo -o para mí- desde que habían comenzado las clases y tuviéramos que volver de nuevo a la rutina tan conocida. Las cosas siguen igual después de la fiesta de YeonJun, o bueno, tal vez sí hubo bastante cambios.

Básicamente, empezando de que ahora era el 70% del centro de atención de medio mundo. Obviamente estoy hablando de la escuela. Luego de que los rumores de la fiesta de YeonJun se esparcieran el primer día de clases, no tuve tanta suerte de poder escapar de ellos que digamos, por eso mismo, el 30% era huir y ocultarme lo más que podía en la biblioteca u otro lugar en donde mi mirarán.

Pero, se preguntarán, ¿De qué rumores está hablando este chico? O sea, yo. Na Jaemin.

Y bueno, era nada más que el nuevo chico de Jeno.

Sip. Cómo leyeron mis queridos lectores. Era el nuevo chico, o mejor conocido como; la revelación que nunca nadie se haya imaginado de que yo, Na Jaemin estuviera "saliendo" con el famosísimo Lee Jeno, quien traía a medio mundo en las palmas de sus manos con tan solo su carismática sonrisa y su tan apreciado rostro tallado por los mismos dioses- Bueno creo que me estoy yendo de tema.

Perdón, pero supongo que ustedes me entienden a lo que voy.

En fin, la cosa acá era que, lo que menos quería y deseaba; se volvió una realidad. Una triste realidad, y era tener las miradas puestas en mí.

Pero dirán, ¿Qué tiene de malo unas simples miradas? Oh, claro. Podría estar exagerando, pero les puedo jurar que es algo que detesto con toda mi alma. Porque no sabes si esas miradas son buenas o malas, o quizás son amigables, juzgadoras o totalmente falsas.

Quizás tener el centro del mundo puede ser algo positivo, pero también tiene su lado negativo. Porque también esas personas que te miran están esperando el momento exacto para ver algún fallo que hayas cometido y así poder hablar de ti, sin tener el conocimiento de cómo eres realmente.

Era difícil para mí, ya que no estoy acostumbrado a tanta atención. Pero a la vez me sentía calmado porque, al menos, podía pasar los recesos junto a Jeno.

Jeno.

Con tan solo pensar su nombre me hacía poner un bobo.

Pero tampoco podía negar que me gustaba pasar tiempo con él, y trato de aprovecharlo al máximo, ya que era sagrado tener un momento a solas, sin que nadie pudiese interrumpir o se entrometan de chusmas al querer darnos un simple abrazo.

Y hablando de chusmas. Algunos me quedaron mirando cuando apenas llegué al segundo piso e ir por el pasillo hasta llegar al salón de Biología.

Pero en el camino me encontré con un rostro bastante familia. Claro, era nada menos que DaeHwi; quien me miro y me sonrió de una manera que muy poco pude descifrar, pero sí que note su manera actuar cuando él varias veces se acercaba a Jeno y éste simplemente lo esquivaba, dirigiéndome con una mirada bastante... ¿Molesta y enojada? No sé, no le doy mucha importancia.