14. Cafune

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Cafuné: El acto de entrelazar los dedos o/y acariciar tiernamente el cabello de una persona.

El aura del ambiente de la habitación estaba acogedor y tranquilo, pero más placentero con el ruido de la lluvia de afuera hacia que sea tan relajante, que el ruido de las gotas chocará contra el ventanal siendo más satisfactorio y deleitante para sus oídos.

Amaba la lluvia.

Jaemin no sabía si morir por un ataque de ternura o estar presente para contemplar lo tierno que se veía Jeno en estos momentos: Él estaba acostado, literalmente, encima suya mientras sus brazos estaban enrollados en su cintura y su cabeza apoyada sobre su pecho, sus labios estaban ligeramente abiertos y abultados, y su respiración era paulatina y tranquila cuando dormía.

Mientras tanto, Na se dedicaba a dejar caricias y entrelazando sus dedos en los mechones sobre la melena rubia de Lee.

Era un momento tan especial e íntimo para Jaemin, que no podía explicar lo bien que se sentía en estos instantes.

Se supone que ellos iban a disfrutar del día viendo alguna serie u otra película que les llamara la atención, que en este caso fue una serie llamada Single's Inferno. Era la serie que medio mundo está hablando y comentando en las redes sociales, así que ellos no perdieron la oportunidad de ver dicha serie. Pero digamos que no fue tan así.

Cuando apenas iban a la mitad del primer capítulo, Jeno se había quedado dormido luego de que Jaemin comenzó a dejarle suaves caricias en su cabello y generó que lo volviese tan relajante que cada vez sentía sus párpados caer y caer, hasta que cayó en los brazos de Morfeo.

Suelta una risa por lo bajo al dejar una caricia en la nariz del otro y éste la arrugó al instante, viéndose tan tierno y divertido para los ojos de Jaemin.

Este mismo notó lo cansado que estaba el pelirrubio, al ver pequeñas manchas violetas debajo de sus párpados, y entendió perfectamente el por qué.

Estos últimas semanas habían sido bastante productivos para ambos; Jeno había comentado y retomado sus prácticas del club de fútbol, y él se interesó en poder entrar al taller de fotografía que, en el semestre pasado, le había llamado la atención y, sin nada que hacer de su vida productiva, se anotó y ahora pertenecía a dicho taller.

Claro, no iba a comparar lo suyo con lo de Jeno, quién muy pronto estaría de nuevo en la cancha principal con su equipo y no quería defraudarlos.

Y también, por el motivo de que cada uno estuvieran en lo suyo, teniendo muy poco tiempo para verse y esto generó que se extrañaran demasiado. Claro, sin mencionar lo dramático que era Jeno cada vez que tenía que separarse de su menor e irse por horas y así. Aunque compartían el almuerzo y demás, pero extraña demasiado pasar tiempo como lo era en las vacaciones de verano que, prácticamente, vivían pegados uno al otro.

Una sonrisa se asomó sobre sus labios y recargó su mejilla sobre la cíen del pelirrubio. No podía negarlo, y repetirlo muchas veces, pero era algo tan irreal a todo lo que le está pasando con Jeno. Es decir, pasó ser un don nadie para muchos, excepto sus dos mejores amigos, hacer que Jeno estuviera fijado en él. Era extraño, pero tampoco le disgustaba. Al fin acabo, nunca pensó terminar estando así con él.

A nada de quedarse dormido luego de poner pausa la serie que estaba viendo en su televisión de su cuarto, cuando un trueno junto a un relámpago lo hizo sobresaltar tanto a Jeno y a él, quién se había despertado de su pequeña siesta.

-¿Te asustaste, Hyung?

-Un poco -soltó un pequeño bostezo-. ¿Dormí mucho?

-Mmm, quizás más de 15 minutos desde que empezó el capítulo de la serie.

𝟷𝟸 𝙺𝚒𝚜𝚜𝚎𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora