Olivia se encuentra rota, siente un gran vacío desde que terminó su compromiso con su amor de universidad, así que se muda de ciudad buscando un nuevo comienzo. Christian es un abogado, de los mejores que ha tenido su compañía y además, papá solter...
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Capituló 2
«Las niñas exploradoras están vetadas»
22 pisos de pura elegancia, todo este edificio gritaba «No eres apta de pisar mi suelo, perra» y tenía razón, con mis tacones de 5dls que había conseguido en una tienda de saldos, me avergonzaba entrar con ellos al Starbucks del edificio.
La entrada estaba impecable, dos sofás de color negro se ubicaban de lado derecho en la entrada, un busto de marfil de una dama desnudada en la izquierda y hacia juego con con las lámparas que se encontraban en el gran escritorio de madera de caoba donde dos chicas pelirrojas , y bien vestidas se encontraban sentadas detrás de el.
Mi blusa de bambi no encajaba en este lugar. Mis jeans con manchas de comida no encajaban en este lugar. Yo no encajaba en este lugar. Probablemente pensarían que estaba perdida, y no se equivocaban ya que estaba confundía sobre a dónde debería ir, leí el nombre de la persona que había contrato los servicios de niñera en el arrugado papel. Arregle lo mejor que pude mi cabello y camine al escritorio.
—Buenos días, yo vengo por...
—Lo sentimos, el empleo de limpieza ya está ocupado —sonrió una de ellas volviendo su atención al ordenador.
—¿Limpieza?, no, me confunde señorita, yo busco al señor Christian Harris —mostré el papel todo arrugado.
—Creo que la confundida es usted, el Sr. Harris no solicitó de sus, servicios.
—Oh, ¿usted cree que soy una acompañante sexual? —enarque una ceja en sorpresa — me halaga, pero no, no vengo a chuparle las bolas a su jefe, estoy segura de que ustedes ya se encargan de eso.
Sonreí grande recargando los antebrazos encima del escritorio.
—Su Jefe solicitó un servicio de niñeras. Así que, ¿por qué no me hacen el favor, y una de las dos levanta el teléfono y me anuncia con el Sr. Harris?
—¿Disculpa?
—Disculpada.
Así pasaron los siguientes dos minutos donde ninguna habló.
Uno de los teléfonos de recepción sonó rompiendo el silencio que se había creado. La pelirroja de grande busto estiró el brazo llevando el teléfono a su oído.
—Despacho jurídico Lex Legal Abogados y Asociados, le atiende Candy.
Por supuesto que se llamaría Candy, pero tuvo que ser más ingeniosa, por ejemplo, yo planeaba usar "Susy la sucia" en los bares de mala muerte si esto resultaba ser una farsa.
—Er...si señor, claro que si señor —asintió con la cabeza como si la persona en la otra línea pudiera verla — enseguida señor.
Colgó el teléfono, alzó la vista a su compañera y luego se dirigió a mi.