Olivia se encuentra rota, siente un gran vacío desde que terminó su compromiso con su amor de universidad, así que se muda de ciudad buscando un nuevo comienzo. Christian es un abogado, de los mejores que ha tenido su compañía y además, papá solter...
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Capituló 1
«¿Ese es Bambi?»
—Gracias —sonreí cuando vi la taza de café humeante frente a mi.
En estos momentos la cafeína era lo único que me mantenía despierta, eso y que debía buscar un empleo, ya no podía seguir durmiendo en mi auto, comenzaba a tener serios problemas en mi espalda.
La sección de clasificados en el periódico de hoy no mostraba nada que llamara mi atención o algo que no fuera solicitando personal para experimentar con una nueva línea de aseo personal.
Un par de palomas volaban por encima de las mesas que se encontraban en la terraza de la cafetería. Deje el periódico abierto sobre la mesa en la misma sección que repase tres veces, estire mi mano para tomar la taza de café y llevarla a mis labios. En esa acción una de las palomas que volaban encima decidió hacer sus necesidades y lo que soltó cayó en el periódico haciendo que volcara la taza de café sobre mi blusa y pantalones.
—Carajo —me levante de un salto de la silla llamando la atención de la mesera que me había atendido.
—¿Está bien, señorita?
—¿Te parece que esto está bien?
Se acercó ayudándome a limpiar la blusa con una servilleta que traía en sus manos.
—Disculpa, no era mi intención hablarte de esa manera —dije al ver que había sido una idiota al responder tan tajante.
—Si hay algo en lo que pueda ayudarle, por favor hágamelo saber.
—Amenos de que tengas una máquina del tiempo contigo, no creo que algo se pueda hacer.
Sonreí a manera de disculpa y la chica se alejó para atender a otro cliente.
La suerte si que estaba de mi lado en estos días, primero el idiota de Nick rompe el compromiso, luego mi casero me saca a la calle como si de un animalito se tratara, tengo que dormir en mi auto y la cereza del pastel, unas palomas casi cagan encima de mi.
Limpie lo mejor que pude la gran mancha de café de mi ropa volviendo a tomar asiento y seguir buscando un empleo. Tome el periódico notando que la popó de una de las palomas cayó debajo de un anuncio para adoptar un gato y al lado de una agencia buscando nuevos miembros en su equipo.
Con lo último que quedaba de saldo en mi teléfono marqué el número del anuncio para agendar cita.
—Buenos días, gracias por comunicarse a HoneyWell Station, le atiende Anna, ¿en que puedo ayudarle?
—Em... si, buenos días, hablo para pedir informes sobre el anuncio solicitando personal.
