Novio De Un Alfa

un alfa confesandose

Ya habían pasado varias semanas desde la llegada del pecoso, y llegó por fin el día en el que le declararía su amor a Mikumo.

Todos estos años, todos los meses, todos los putos días Katsuki se imaginaba el momento donde le diría todos sus sentimientos al menor.

E incluso no tenía que hacerse tanto drama por saber que decirle y el lugar, puesto que ya lo tenía todo malditamente planeado.

─ ahora cuando termine la escuela, espérame en el parque donde siempre jugábamos de cachorros ¿Está bien?

─ eh.. si está bien, nos vemos Kacchan.

Gogo dejó un beso en la frente de Yamikumo y fue para su aula.

El resto del día la habían pasado normal, a excepción del ojirojo, quien estaba más distraído que otros días.

¿Y cómo no? Tenía su cabeza recitando cuáles eran las posibilidades, y solo eran dos.

Yami lo aceptaba y se hacían novios

Yami lo rechazaba y seguían siendo amigos, pero incómodos.

Y aunque estuviera nervioso por no estar seguro de si sus sentimientos eran correspondidos, no sé echaría para atrás, estuvo exactamente 6 putos años extrañando y amando a ese chico como para tener que aguantarse teniéndolo ahora físicamente cerca.

Se moría de ganas por besar sus hermosos y suaves labios, por caminar de la mano, por decirle cosas amorosas.. . Aunque a veces lo decía, pero siempre había un límite.

Pero.. ¿Y si no lo aceptaba?

El nunca era inseguro cuando se trataba de algo que quería hacer, pero esta vez había una persona incluida y esa persona era Yamikumo, un beta bajito con tendencias de emo, pero muy inteligente y muy tímido.

Tampoco notaba señales de que a Yami le gustaba.

Y si su amor de infancia no era correspondido, habría estado años esperándolo a él para que al final no suceda nada.

Pero no era su culpa, después de todo uno no elige a quien amar.

─ ¿Te pasa algo, Katsu? ─ preguntó su amiga pelirosa, acercándose a él, pues había detectado enseguida su aroma a tristeza.

─ no nada, solo.. ya sabes, esas típicas inseguridades cuando te vas a confesar a alguien. ─ respondió, suspirando. ─ pero enseguida se me pasa.

─ oww, Katsu. ─ ella recostó su cabeza por el hombro del contrario mientras largaba feromonas para que no esté mal. ─ ten por seguro que Yami te dirá que si.

Gogo pudo sentirse un poco mejor. ─ si pero tampoco me quiero hacer ilusiones ¿Qué va a pasar si no?

─ pues lo superas, es difícil pero todo a su tiempo. ─ se separó de el con una sonrisa tranquila, palmeando su hombro. ─ ten confianza en ti, Bro. Sé que todo saldrá bien.

El rubio le sonrió de vuelta. ─ Gracias Mina.. si sale mal ¿Me dejarías llorar en tu casa?

─ por supuesto que si