Novio De Un Alfa

alfa en celo

En este capítulo estará presente una escena sexual, si eres una persona que no le gusta este tipo de situaciones íntimas te pido amablemente que no lo leas, muchas gracias.

Sus ojos se abrieron pesadamente, sus sentidos le aseguraban que era más de la mitad de la noche ya que sentía su cuerpo descansado.
En lo que trataba de adaptar su visión a la oscuridad del cuarto, sintió que el cuerpo ajeno se movía de un lado al otro como si tratara de encontrar una posición cómoda. Y a pesar de que le pareció raro ya que Katsuki tenía el sueño un tanto pesado, volvió a cerrar sus ojos en busca de reconciliar su sueño.

Sin embargo Gogo no dejaba de dar vueltas y vueltas en la cama.

El pelinegro decidió esperar un poco más para ver si el alfa se dejaba de mover, de lo contrario tendría que levantarse y corroborar verbalmente el estado del rubio. Pero este se adelantó y soltó un ruido que nunca imaginó escuchar.

─ mhh..~

Volvió a abrir sus ojos de la impresión ¿Eso fue un gemido?

El no era tonto y mucho menos inocente, obviamente reconocía lo que era un sonido sexual y aquello había sonado exactamente como uno, cosa que lo dejaba un tanto desconcertado.

¿Quizás Katsuki se estaba satisfaciendo con el al lado? No lo cree, conoce lo suficiente al rubio como para saber que aún no habían desarrollado esa clase de confianza en su relación.

Instantáneamente su mente fue a divagar en como se comportó su alfa el día de hoy, ha de admitir que lo notó más meloso y pegajoso que de costumbre. En todo el día se mantuvo a su lado si tenía oportunidad o lo veía con intenciones de querer alejarlo de las multitudes y amigos.
Un detalle que también le pareció inusual fueron las múltiples veces en las que Katsuki suspiraba cansado y constantemente estaban los sonrojos en sus cachetes.

Sin embargo, antes de que su cabeza pudiera seguir maquinando, las manos del rubio se posaron en su cadera, agarrandola con algo de fuerza mientras pegaba todo su cuerpo y lo comenzaba a refregar contra el suyo.

─ ..

El aliento de Katsuki chocó contra su nuca, provocándole un escalofrío que erizó los bellos de su cuerpo.
Su respiración se cortó al sentir el extraño bulto que se estaba deslizando contra sus nalgas, lo que le provocó un fuerte sonrojo haciéndole recapacitar que obviamente no eran los frotes cariñosos de siempre, sino que eran uno de esos íntimos que había visto en las películas.

Y fue ahí cuando sus pensamientos concordaron en un solo punto que explicaba el por qué de las acciones del rubio.

Entró en celo.

Ni bien el dichoso pensamiento hizo aparición en su mente dió un fuerte empujón contra el alfa para que lo dejara ir. Salió de la cama a tropiezos cosa que lo hizo caer de esta misma, pero eso no impidió que gatee rápidamente hasta la puerta.