ੈ✩‧₊˚ Nobita durante algunos años cambió de manera impresionante por pequeñas intervenciones que cambiaron su actitud a un punto un tanto grande, por otro lado este nunca se dio de cuenta del amor que se ha ia ganado años atrás cuando viajaba junto...
"Ellos solo querían proteger a una persona y esa persona eras tú"
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Ya había acabado su tiempo era hora de que Nobita pasara a estar con Gigante la verdad a Nobita no le desagradaba la idea pero cada día Nobita sentia que se encariñaba con todos los que pasaban tiempo con el, ya estaban en casa se estaba alistando con otra ropa distinta esta vez decidio ponerse una sudadera sin capucha de cuello redondo y de color celeste pastel junto con unos pantalones plomos.
- Ya es hora de irnos Nobita - dijo Gigante desde piso de abajo.
- ya estás listo - dijo Doraemon mientras abría la puerta.
- Si estoy listo.
- Solo espero que te valla bien - dijo para después depositar un pequeño beso en los suaves labios de Nobita, enserio se volvería u adicto a estos.
- Tranquilo además mañana me toca con Dekigusu.
- Bueno yo igual me tengo que ir - miro por un momento a Nobita.
- Espero que te valla bien Doraemon - dijo para respues darle un beso en la mejilla como despedida.
Antes que doraemon entrara a la máquina del tiempo se despido con una mirada tierna además de que demostraba que lo iva a extrañar mucho aún que sea poco tiempo, Nobita ya estaba listo para ir con Gigante, bajo las escaleras con sumo cuidado además de que sintió una manos tocar las suyas con sumo cuidado además de que ese roze era delicado y dulce a la vez.
- Tenemos que irnos ya es muy tarde.
- Si vamos Gigante - Gigante agarró a Nobita de las manos guiandolo hacia su bicicleta.
Ambos ivan rumbo a la tienda de Gigante además que Nobita estaba aferrado a su espalda, el paseo en bicicleta le parecía divertido además que se sentía una brisa fresca, al llegar Gigante le dijo que podía estar con Jaiko un momento pero de eso salió la Mamá de Gigante.
- Jovencito que son estas horas de llegar - dijo en tono de regaño.
- No le riña por favor Señora Goda, es mi culpa yo me retrasé un poco.
La mujer a ver aque joven que paresia un angel no pudo decir nada pero al verlo detalladamente pudo notar que este se trataba de Nobita el antiguo amigo de su hijo Takeshi, notaba un cambio muy grande en aquel joven como por ejemplo su vos más suave y su cuerpo parecía un poco más femenino y esos ojos tan puros y hermosos la dejaron con la boca abierta.
