Cat y Javier acordaron juntarse en el café de la facultad, justo después de la clase por la mañana del día viernes.
- Supongo que debería decirle... - Pensó ella en sus adentros, mucho tiempo quizo comentarle a algún amigo sus gustos pero lamentablemente siempre se sintió frenada por miedo al rechazo. ¿Qué tan común es que te gusten los pañales y a la vez que te gusten los chicos con fachada madura en pañales?. Nadie lo sabe con exactitud.
Javier no es una persona que sepa mucho de esos temas, de hecho no tiene idea que Catalina pudiese ser de ese estilo. No se espera que pudiese pasar algo más, menos en la primera cita.
- ¿Javier?, ¿dónde vas? - Pregunta su madre, quien lo ve desde lejos arreglarse para salir. Le resulta sumamente extraño que se vaya tan perfumado y arreglado en la mañana, y menos sin desayuno.
- Mamá, es que voy a salir después de clase - Respondió serio, ya que a sus 30 años no deberían ponerle mayor problema para salir - Ok, ok, sólo estaba preguntando - Murmuró la madre.
Tomó sus cosas y cogió la locomoción más rápido posible, llegó a su clase de cálculo III que por cierto estaba muy compleja de entender, más aún sabiendo que en 45 minutos saldría con la chica del gimnasio.
Catalina por otro lado, tomó sus libros, iPad y salió a tomar el autobús. Un poco nerviosa de lo que tenía que contarle. Hace años que no salía con un chico y la verdad es siempre posponía mucho sus intereses y priorizaba los de los demás, esta vez iba decidida a mencionarle una pequeña parte de lo que era realmente.
10:45 AM
Ambos quedaron en juntarse en la avenida principal, justo en el "Café Irlandés".
Catalina decidió entrar un poco antes, trataba de controlar un poco su nerviosismo pensando en otra cosa.
Ambos se sentaron frente al otro, entablando una conversación común cuando...
- Catalina, ¿te pasa algo? - Preguntó extrañado
- No, no, tranquilo, es sólo que te ves muy lindo hoy - Sonrió, pensando en qué así podría desviar un poco la conversación. Javier se quedó sorprendido y se sonrojó un poco - ¿Ah, sí?, pues muchas gracias... Tú, tu también te ves muy linda - Sonrió
Catalina dio un pequeño resoplo, las palabras ya casi surgían de su boca.
- ¿Has oído hablar del juego de roles? - Sintió como su cara se enrojeció
- ¿Algo así como game of thrones? - Preguntó curioso, sin saber exactamente a qué se refería
Ella lo miró y pensó en que lo que estaba diciendo estaba totalmente fuera del contexto que ella quería llevarlo.
- No, no es eso - Rió - Es más una "relación" de roles, algo así como juego de poder
Javier seguía confundido, pero pensó que se refería a lo típico... juego de parejas como maestro-alumno o policía-delincuente.
- ¿Será algo así como que yo soy tu maestro y tú mi alumna?, ¿no?, ¿si? - Volvió a reír más nervioso
- Quizás - Esbozó una pequeña sonrisa - Estás algo cerca, es más un juego de edades. Es como si representaras una edad que no te corresponde.
- Hmm... entiendo... - No lo entendía en absoluto
- Toma ese café y lo explicaré en el camino - Tomó aire lo más profundo que pudo - Si quieres puedo explicártelo en mi departamento.
Sonó como una invitación lujuriosa, Javier no dudó ni un segundo y se tomó el café en segundos - Estoy listo.
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Mommy's wishes
Short StoryJavier es un chico de 30 años, deportista y estudiante de Ingeniería comercial en Santiago. Catalina una estudiante de diseño, 26 años, muy dulce y amable. Ambos cruzan caminos en un gimnasio, nadie sabe cómo, pero esa chica dulce no es lo que pare...