- Necesito que me des un momento - Interrumpió a Javier cuando llegaron al departamento - Sólo iré a revisar algo a la habitación.
Javier la miró pensando en que quizá había mal interpretado las señales, él pensaba que era una invitación a tener sexo. Al parecer no será así. No le importó y dejó que la chica siguiera con lo suyo.
- ¿Necesitas ayuda? - Preguntó sentado en el sillón un poco nervioso, moviendo sus manos ansiosamente
- No, sólo dame un segundo - Tomó una coleta y se amarró el pelo, buscó sus lentes y se sentó al lado de él.
No te asustes, yo sé que puede ser extraño que te pida esto, pero créeme que es la única forma que tengo para explicarte lo del juego de roles - Miró a Javier que se notaba que estaba algo confundido - Yo tomaré el rol de mami y tú de un niño, ¿bien? - Javier asintió - Si en algún momento sientes que es demasiado, sólo dime "ROJO" es tu palabra de seguridad, ¿ok? - Javier asintió inseguro.
Catalina tomó a Javier de la mano y caminaron juntos hacia la habitación de la chica, se dirigieron al closet que estaba en el fondo.
- Este es mi gran secreto - Cat movió la puerta corrediza y se pudo ver una habitación de color celeste.
El chico quedó anonadado al pasar por la puerta, se veía claramente una cuna enorme de color blanco, juguetes en un rincón, piso acolchado de varios colores, un corral, una mesa con acolchado y muchas cosas que no le hacían sentido.
- ¿Y esto qué es? - Preguntó sorprendido - No creo que esto sea para un adulto, ¿o sí? - Miró de reojo a Catalina, quien sólo asintió por los nervios.
- ¿Quieres comenzar?, debes decirme "VERDE" cuando estés de acuerdo
- Verde - Contestó incrédulo, ya que no sabía en qué se estaba metiendo
La chica le mostró un poco el lugar hasta llegar al baño, que estaba justo en el fondo; le pidió a Javier que se sacara la ropa mientras ella trataba de ambientar el contexto del juego. Cat fue hasta la tina y comenzó a llenarla de agua tibia, echó un poco de fragancia y espuma líquida.
Ella estaba ansiosa por lo que podía o no pasar, no era primera vez que alguien estaba ahí, de hecho ella lo había ocupado en muchas oportunidades, era su pequeño cuarto de juegos, también disfrutaba de ese tipo de sesiones.
- Estoy listo - Se asomó un joven tímido con una actitud sumamente introvertida
- Cariño, no te haré nada malo - Esbozó una sonrisa tierna - Sólo espero que comprendas que quiero llamar a ese pequeño niño que se encuentra ahí - Apuntó a su corazón - Ven aquí - Tomó su mano y lo invitó a introducirse a la bañera.
- Ajá - Se sentía una bañera muy cálida, llena de juguetes dentro de ella. Catalina comenzó a echar shampoo dentro de mi cabello y se sentía muy bien, muy tranquilo.
- Desde este momento serás mi pequeño bebé, mamá tiene reglas y tú tienes que cumplirlas, ¿está bien?. A mamá le encantan los niños buenos y al parecer tú eres uno de ellos.
Javier sintió como su mejillas se enrojecían rápidamente.
Catalina comenzó a tararear una canción de cuna mientras bañaba al pequeño Javier, quien se portó muy dócil y dejó que ella limpiara todas las partes visibles de su cuerpo, incluso las zonas genitales.
Sin embargo, el chico jamás se imaginó lo que seguía después.
Cat lo envolvió en una toalla enorme con capucha de osito y lo llevó hasta la mesa acolchada, o mejor llamado, el cambiador.
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Mommy's wishes
Short StoryJavier es un chico de 30 años, deportista y estudiante de Ingeniería comercial en Santiago. Catalina una estudiante de diseño, 26 años, muy dulce y amable. Ambos cruzan caminos en un gimnasio, nadie sabe cómo, pero esa chica dulce no es lo que pare...