☁️epílogo🌧️

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El clima era cálido, el sol brillaba en su total magnitud, las esponjosas nubes se veían totalmente blancas, mientras las ramas de las altas palmeras rozaban entre ellas. Mientras que el viento soplaba suavemente, haciendo que las cortinas de seda se movieron sutilmente.

Los suaves rayos del sol ingresaban por las puertas de cedro del bacón y no tan lejos de la habitación se podían ver las prendas de las ropas, desordenadas en todo el piso de madera.

Una cama matrimonial con el cubrecama tirado en el piso, los dos cuerpos se encontraban tan solo cubiertos por una fina sábana blanca.

Uno de los cuerpos empezó a removerse inquieto entre los brazos fuertes del otro, abriendo poco a poco sus hermosos ojos miel, sonrojándose al ver el rostro del contrario, empezó a recordar las acciones de la noche anterior.

Las pestañas largas y negras, su rostro tan perfecto, níveo y sumamente varonil, llevó lentamente una de sus manos, acariciándole la mejilla, sintiendo como la fina capa de barba raspaba sin dañar sus dedos, siguiendo las facciones del bello rostro, acarició las cejas pobladas, las mejillas, sus labios, su quijada. Todo de él era perfecto.

-Guniie. -El doncel sonrió al escuchar la voz profunda y ronca de off, cuando el mayor abrió sus ojos, se sonrojó levemente al verle aquellos ojos tan brunos y brillantes, aquella sonrisa, llena de amor, llevó lentamente su mano, acariciando juguetonamente el pecho desnudo del varón.

-Tengo hambre papii. -El mayor besó delicadamente la punta de la nariz del menor, bajando lentamente su mano hasta que llegó a su vientre ya hinchado, dándole suaves caricias a su hijo, para que luego, fuera bajando sus labios, hasta que sus ojos brunos se fijaron completamente sobre el vientre.

-Papá ya regresa pequeño. Iré a prepararles el desayuno. -gun no pudo evitar mostrar una gran sonrisa en su rostro, cuando vio como off le daba un tierno beso en su vientre, no pudo evitar acariciarle con ternura sus cabellos azabaches.

Cuando el mayor desapareció de la habitación, gun se puso de pie, alzó sus brazos y estiro sus piernas, movió su cuello, escuchando sus huesos tronar levemente, sin evitar que un gran bostezo salga de su cuerpo.

Se acercó al balcón, el viento aún soplaba suavemente, los rayos solares resplandecían sobre el inmenso mar azul, sus cabellos sueltos se movieron suavemente, al igual que la camisa del mayor que usaba en estos momentos como camisón, llevó sus manos a su vientre, sintiendo como su pequeño se movía impaciente.

No tuvo que esperar para que off le acariciar por detrás, pasando sus brazos por su vientre, acariciándole, para calmar a su pequeño.

-Para mí que será un doncel. -off rió bajito al ver el puchero del castaño.

-¿No lo deseas? -El menor no se reprimió y soltó un leve jadeo al sentir como el moreno repartía besos por su cuello.

-La verdad no me importa, ya lo amo. Es solo que... si es un doncel voy a tener que compartirte papii. -El mayor soltó una limpia carcajada y volteo al menor lentamente, cargándolo suavemente para sentarlo sobre el barandal, sintió las manos del menor aferrarse a sus brazos.

-Pues, si es un niño yo también voy a tener que compartirte y si es una niña, será lo mismo. Aunque prefiero que sea un niño, porque así ya no tendría que preocuparme por alejar a todos esos pervertidos de mis hijos.

-¡Papii! -El menor golpeó suavemente el brazo del moreno, rodeándole su cuello, se alzó para poder alcanzar sus labios.

Ya habían pasado seis meses desde que se enteraron de que iban hacer padres, cinco meses desde que el patriarca Mike Phunsawat rompió a llorar, porque le habían arrebatado a su pequeño y único hijo, cuatro meses desde que gun les dió la noticia de que se mudarían de la ciudad, aún no sabían a donde irían, pero querían algo que sea solo suyo, solo de los dos. Cinco meses desde que decidieron no saber el sexo de su bebé, total no importaba lo que sea, ellos ya lo amaban por igual.

Eres mío papii •Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora