5- You reap what you woe -Como dañas, sufres

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Aquella noche Hunter caminaba de un lado a otro por la sala de su departamento, sorprendido por la inesperada visita.

—Sé que dije que tendrías todo mi apoyo, pero no esperaba verte tan pronto.

—Lo siento, no sabía a donde más ir —Respondió Jenna que se encontraba sentada al borde del sillón.

Hunter la observó unos segundos, a pesar de su baja estatura, Jenna era siempre el centro de atención, una persona llamativa que era difícil pasar por alto. Ahora, sin embargo, parecía muy pequeña y frágil.

—¿Estas bien? —preguntó el Joven. Ante sus ojos ese estado solo podía tener una causa— ¿hablaste como Emma?

La joven asintió.

—¿Quieres decirme que ocurrió?

—Ocurre que soy una idiota, nunca debí besar a Percy —exclamó Jenna sujetándose la cabeza con ambas manos, como si pudiera arrancar el recuerdo de sus acciones con ese movimiento.

—No seas tan dura contigo, es normal estar confundida —Intentó calmarla Hunter.

—No estoy confundida —Jenna había cerrado las manos como puños, intentado contener su frustración— todo era más simple antes de decirle a Emma lo que sentía.

—¿Le dijiste a Emma lo que sentías? —Hunter estaba haciendo su mejor esfuerzo por entender la situación, pero no era nada fácil.

—Sí, no, o sea, más o menos —No fue necesario que se lo pidiera, Jenna sabía bien que necesitaba explicar mejor eso—nos besamos, bueno yo la besé y ella me respondió.

—¿Entonces están bien?

—No, es que eso fue antes.

—¿Antes? —la situación parecía enredarse más con cada palabra.

—Si, antes.

—Okey, es demasiado, dame un minuto necesito un trago antes de continuar—explicó Hunter mientras se alejaba rumbo a su cocina americana.

—Si, yo también —pidió Jenna.

Hunter le regaló una mirada dubitativa, cuestionándose si era correcto servirle alcohol a una menor de edad, pero solo dudó un minuto antes de recordar que él mismo empezó a beber mucho más joven.

—Solo tengo vodka, pero puedes elegir jugo de naranja, jugo de frambuesa o tónica.

—Frambuesa por favor.

Hunter preparó los vasos, uno de naranja para él y uno con frambuesa y menos vodka para Jenna.

—Muy bien —empezó a hablar mientras le entregaba el vaso y se sentaba frente a ella— ahora explícame, besaste a Percy, pero dices que no estas confundida —Hunter hizo una pausa para corroborar la información, a la que Jenna asintió invitándolo a continuar — pero todos creen que andan juntos ¿Cómo funciona eso? ¿andas con él para que no se den cuenta que te gusta Emma?

—No, para nada, lo de Percy pasó hace mucho tiempo, cuando estábamos iniciando el rodaje en una de las primeras salidas, habíamos ido a una pizzería luego de la escena del ataque a Wednesday.

—Recuerdo esa noche.

—Para ser honesta yo no recuerdo mucho —Comentó Jenna mientras le daba el primer sorbo a su vaso— tengo algunas fotografías, imágenes congeladas. Salí de la pizzería con Percy, fuimos a una fiesta de unos amigos suyos, tengo una fotografía en mi cabeza de la cocina de la casa y de Percy pasándome una cerveza, recuerdo que me hablaba pero no sé qué me decía, recuerdo que deseaba mucho que Emma estuviera ahí, luego recuerdo que estábamos en la sala sentados en un sillón, no sé por qué pero Percy me beso y simplemente respondí, sé que tenía calor y nauseas, recuerdo que llame un uber, y volví a casa. A la mañana siguiente descubrí que le había escrito a Emma, me sentía fatal, pensé que le había contado a Percy sobre ella, así que le pedí que fuera por mí, no quería que él se lo dijera antes que yo...

Tras las cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora