Dejemos volar nuestros sueños y fantasías. Pequeñas historias basadas en relatos propios, películas, libros y todo lo que queramos sobre Chris Evans y sus personajes. Dedicado para quienes les gusta soñar despiertos como yo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ONE SHOT
Con Ari Levinson
(*) 🔥🔥🔥
T/N'S POV
Aquí estás – dije sentándome al lado de Ari sobre la pequeña banca frente al Mar Rojo, estábamos en una misión, tener de fachada un resort turístico mientras nos organizábamos con las personas que necesitaban nuestra ayuda para escapar de la crueldad de su país, darles refugio.
- Me encontraste – dijo sonriendo levemente, Ari se veía apagado.
- Estábamos esperándote para cenar, Jake se resentirá si no vas a comer con nosotros, él cocinó, dijo que quería que tuviéramos una cena magnifica antes de volver a casa.
- ¿Tú quieres volver? – preguntó colocando suavemente el cigarrillo encendido sobre su boca para darle una pitada, botó el humo, volteó a verme para esperar mi respuesta.
- Pues, la verdad no lo sé, me he encariñado con el resort – respondí – este lugar tiene una vista increíble – dije observando como las luces colgantes del resort nos alumbraban junto a la de la Luna y estrellas, había un punto en el que el color del agua se mezclaba con el cielo, pero igual la luz lunar se reflejaba haciendo un pequeño sendero hacia lo largo del mar, en pocas palabras era melancólico – además me gusta lo que hacemos aquí.
- ¿Dar masajes a alemanes peludos? – preguntó, reí.
- No, ya sabes, lo que realmente hacemos aquí – él asintió – ¿Y, tú? ¿No quieres volver a casa con Sarah y Maia? – él suspiró pesadamente para volver a darle otra pitada a su cigarrillo – perdón, creo que pregunté algo que no debía.
- Sí, pero lo agradezco.
- Oh, eso explica porque tienes esa cara.
- ¿Cuál cara? – preguntó sonriendo levemente.
- Esa – señalé su rostro e hice una mueca, él rio – ¿Quieres contarme? No es por presumir, per soy buena guardando secretos y escuchando a los demás.
- Eso es cierto – respondió – eres una brisa refrescante en medio del infierno – dijo acariciando levemente mi rodilla para luego volver a mirar al frente, le dio otra pitada a su cigarrillo – Sarah me envió los papeles para el divorcio, ya es oficial.
- Lo lamento – le dije.
- No, creo que era lo mejor, pero al menos, Maia me envió un dibujo – sacó un sobre doblado del bolsillo de su camisa, la cual estaba abierta hasta el medio de su pecho permitiéndome ver sus músculos bronceados, suspiré levemente – ¿____? – preguntó agitando la hoja frente a mí – ¿Estabas viéndome? – preguntó sonriendo, mis mejillas enrojecieron al sentirme atrapada.
