Dejemos volar nuestros sueños y fantasías. Pequeñas historias basadas en relatos propios, películas, libros y todo lo que queramos sobre Chris Evans y sus personajes. Dedicado para quienes les gusta soñar despiertos como yo.
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MINI HISTORIA
Con Chris Evans
Inspirada en Scandal
(*) 🔥🔥🔥
T/N'S POV
- Chris — jadeé mientras él me tomaba de la cintura y pegaba contra la pared, abrió de un solo tiro mi vestido con botones a presión, sus manos buscaban desesperadamente el broche de mi sujetador, su lengua lamía el valle de mis senos, tuvo mejor acceso cuando por fin lo desabrochó, chupó uno de mis pezones con fiereza, tiré de su cabello ligeramente respondió mordiéndome uno de mis senos, se arrodilló frente a mí, alzó su mirada oscura, era tan penetrante que sentía que tocaba lo más profundo de mi ser, depositó un pequeño beso sobre mi abdomen dispuesto a bajar mis bragas, tocaron la puerta del exterior de la oficina privada de la oficina oval, aquí no había cámaras como en la principal.
- Señor presidente — dijo el jefe de Gabinete, John, Chris resopló resignado, abroché mi sujetador rápidamente — lo estamos esperando para la conferencia — abotoné mi vestido con ayuda de Chris, una vez cerrado se acercó para abrir la puerta.
- Sí, John, ya te oí — ajustó su corbata mientras recorríamos el pequeño pasaje hacia la oficina oval principal — solo estaba practicando mi discurso con ____ — se colocó su saco.
- Le creo, señor, pero debería evitar aplicarse labial — le extendió un pañuelo para que pudiera limpiarse — sobre todo que uno no es su tono — cubrí ligeramente mi boca para evitar reír.
- Gracias, John — lo tomó para limpiarse — ¿vienes con nosotros? — me preguntó.
- Soy tu secretaria de prensa, debo estar ahí — respondí, colgué mi bolso sobre mi brazo izquierdo y tenía mi iPad entre mis manos para ahora sí revisar por tercera vez el discurso de Chris mientras caminábamos por el corredor hacia la sala de conferencias.
- Cinco minutos — advirtió John.
- ¿Algún consejo? — preguntó Chris mientras peinaba su cabello con los dedos.
- Solo sé ese hombre brillante, encantador y honesto que eligió democráticamente esta nación — sonrió.
- ¿Crees que soy encantador? — preguntó sin dejar de sonreírme traviesamente.
- Chris, cuidado, ya no estamos en la oficina, hay reporteros.
- ¿Hay algún problema con que le sonreía a mi brillante, encantadora y honesta secretaria de prensa que elegí? — preguntó acercándose un poco más a mí.
