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Desesperadamente con la punta de sus dedos golpeaba la libreta en donde tenía sus apuntes, mientras Rosé le hablaba sin parar sobre un sinfín de cosas

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Desesperadamente con la punta de sus dedos golpeaba la libreta en donde tenía sus apuntes, mientras Rosé le hablaba sin parar sobre un sinfín de cosas.

No le estaba poniendo atención, se perdió después de escucharla decir "Jisoo y yo..."

Estaba un poco frustrada, y es que, su frustración se debía a la mejor amiga de su hermano. Debía admitir que tenía una pequeña obsesión con la mayor, le gustaba por supuesto, la chica era atractiva y todo lo que una mujer y hombre quiere. Sin embargo, lo que pasó esa vez en su casa le dejó cierta ansiedad que necesitaba calmar.

Y es que, díganle virgen o necesitada, pero no podía sacar de su cabeza la imagen de la mayor y su perfecto torso desnudo mientras que sus preciosos pechos sobresalían del brasier.

Ah, ojalá tuviera las agallas para intentar algo más allá con ella, sabiendo perfectamente bien la clase de consecuencias que eso traería.

Pero la verdad es que era tímida, consideraba que ese era uno de sus defectos más grandes, podía tener confianza y todo eso, pero había ciertas cosas que le ponían nerviosa. Y Lisa formaba parte de esas cosas.

— Sabes, si yo fuera tú, ya me habría aventado a los brazos de Lalisa Manoban. No sé cómo le haces para resistir tanto — Rosé por fin logró ganarse su atención.

— Es porque Taehyung no me deja.

— Sí, y todos sabemos que nunca te dejará, buh, punto y aparte. ¿Te das cuenta de que te sigue tratando como una niña? — la de cabellos rubios se recargó un poco más sobre la mesa — no eres tonta, sabes perfectamente bien que Taehyung no tiene porqué cuidarte siempre. Está bien que sea tu hermano mayor y todo eso, pero, que ridículo.

Jennie rió bajito al escuchar sus quejas, sí, también había pensado lo mismo algunas veces. Taehyung era demasiado, en serio, ¡demasiado! protector con ella. Su grado de protección era tan grande incluso con desconocidos.

— Así es él, le gusta estar detrás de mí siempre.

— Ajá, ¿y cuando sea tu luna de miel también te acompañará Taehyung? Joder, sabes a lo que me refiero. Yo quiero mucho, amo, a mi pequeño Jimin, pero no por eso voy a estarlo cuidando 24/7 y ahuyentando a todo mundo de él.

— Taehyung no es tan malo — hizo un pequeño puchero.

— Por favor, ni siquiera te deja tener tantos amigas. Con suerte y dejó que fuéramos amigas nosotras después de que se enteró que ya estaba en una relación.

Jennie suspiró después de escuchar sus palabras. Bien, lo admitía, Taehyung era algo exagerado, y en parte entendía su actitud. Pero a veces le gustaría mucho que su hyung le dejara cuidarse sola. Agradecía que la protegiera de sus malas amigas y sus sexuales intenciones, pero, llegaría un punto donde ya no lo resistiría.

— Oh, llegaron tus novias. — Jennie soltó una risita al ver entrar a Jisoo de la mano con aquella linda chico de primer semestre.

Rosé extendió una sonrisa demasiado linda. Jennie solamente pudo recargar su mejilla en la palma de su mano y contemplar la siguiente imagen que tendría, así se sentiría aún más ahogada en su soledad.

Unnie | 𝗝𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora