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Jennie tenía una extraña sensación en su interior, cuando aquélla vez Lisa le dijo que no dudará de sus sentimientos y que nadie más le dijera lo contrario

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Jennie tenía una extraña sensación en su interior, cuando aquélla vez Lisa le dijo que no dudará de sus sentimientos y que nadie más le dijera lo contrario.

No sabía a qué se refería.

Pero ahora podía darse cuenta, pues al parecer, los días siguientes cuando iban a la escuela y se encontraba con Lisa antes de entrar a clases o en la hora de salida, la mayoría de los estudiantes parecían estar atentas a ellas.

Cuando decía la mayoría, se refería más que nada a los de la facultad de la mayor, pues los de su carrera parecían no tomarle tanta importancia.

Esos días habían sido tranquilos en realidad, todo estaba normal hasta que por casualidad, un grupo de chicas se le acercó para preguntar si era cierto que ella estaba saliendo con Lisa, y aunque ellas no le dijeron nada para incomodarla, presentía que ellas querían decirle mucho más.

Después de eso, unos dos tipos de la misma facultad que Lisa también se le acercaron, pero ellos habían dicho algo como "¿Y es oficial? Hay rumores de que sólo son amigas con derechos ", de ahí en fuera, Jennie había escuchado por casualidad ciertos rumores que se estaban corriendo.

Algunos venían de mujeres diciendo que Lisa ya había vuelto a la cacería, y otras diciendo que era bueno ver a la mayor sentar cabeza. Pero en cambio, estaban las personas que decían que Jennie era una presa fácil para cualquiera, y que en cuanto Lisa quisiera la podía dejar.

Y ella realmente quiso ignorar todo eso, pero no podía dejar de pensar tanto en sus palabras.

Lo que Lisa le había dicho y lo que le había confesado aún seguía en su mente, no dejaría que otras personas la hicieran dudar, pero, no podía evitar pensar que ella era muy poca cosa para su mayor.

Lisa siempre fue reconocida por ser atractiva y tener a su lado a chicas demasiado encantadoras, carismáticas y sobresalientes, pero Jennie no sentía que encajaba en ese papel.

Fue un martes por la tarde cuando Jennie fue a visitar a la mayor a su casa, ya que la madre de Jennie quería conocerla.

No se sentía nerviosa de conocer a aquélla mujer, sólo estaba intrigada porque no sabía que cosas que le habrá contado Jennie sobre ella, sobre todo porque ni siquiera eran pareja oficialmente.

Tocó la puerta de la casa, maldiciendo entre dientes al darse cuenta de que a lado de la puerta estaba el timbre, quiso burlarse de sí misma. Bueno, tal vez si estaba un poquito nerviosa.

Cuando abrieron la puerta de aquélla casa, sonrió un poco tímido al ver a la que parecía ser la madre de Jennie.

— Bue-

— ¿Tú eres Jennie? vaya, cuando Lisa dijo que la niña que le gustaba era muy hermosa no creí que lo fuera tanto. — la señora dijo amablemente, con un tuno burlón pero tratando de parecer calmada.

Unnie | 𝗝𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora