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— ¡Ah! ¡Unnie

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— ¡Ah! ¡Unnie...! e-es muy grande... ¡ugh! — los gemidos constantes de Jennie inundaban su habitación.

En la habitación de la menor, se encontraban ambas chicas sobre la cama, Jennie rebotando sobre el gran pene de la mayor, mientras ésta la sostenía de la cintura con fuerza y daba estocadas duras que lograban tocar el punto dulce de aquella chica.

Las cosas tomaron un rumbo diferente cuando ambas se besaron, esperando obtener más que sólo eso, pues el deseo que ambas sentían por el otro era más que suficiente para demostrar lo mucho que se necesitaban.

Por esa razón, no lo pensaron mucho cuando ambas decidieron seguir con lo que habían empezado.

Subieron a la habitación de la menor para terminar lo que empezaron, en esos momentos realmente no les importaba si Taehyung también se encontraba casa, completamente inconsciente por tanto alcohol en su cuerpo.

Aunque sinceramente, eso ya no les importaba, por lo menos no ahora.

— Unnie, bésame — la menor susurró muy cerca de sus labios, escuchando una ligera risita por parte de Lisa.

— Ahh... eres tan linda.

Lisa dio suaves caricias a su cintura, impulsando sus caderas para seguir con los movimientos de manera suave y lenta, logrando hacer sentir a Jennie un placer diferente. Sus labios se unieron con lentitud, la castaña cerró sus ojitos al sentir su tacto con tanta delicadeza que la hizo sentir cómoda.

Lisa masajeó sus muslos con cuidado, tratando de transmitirle suaves caricias para hacer que su cuerpo se relajará. La mayor se separó dejando un piquito en sus labios, sostuvo su cintura y con agilidad, cambió la posición dejando a la castaña sobre el colchón, y ella entre sus piernas, se sostuvo con uno de sus brazos apoyado en el colchón mientras continuaba dando embestidas.

— A-ahh... Lili

La mayor creyó haber escuchado mal aquel bajito gemido que salió de los labios de Jennie, llamándola con un tono cariñoso y aquélla linda forma de llamarla.

— Deberías llamarme así más seguido — la mayor susurró sobre su oído —, se escucha tan lindo viniendo de ti.

— Unni- ¡Ah! ¡Ah! — no pudo decir una palabra más, ya que las estocadas de su mayor aumentaron, volviendo a tocar su punto dulce con rapidez y fuerza, haciendo que se retorciera de placer bajo su cuerpo.

Inconscientemente movió sus caderas al ritmo de la mayor, tratando de buscar más placer al hacer que Lisa la penetrara con más profundidad si es que era posible.

Pero no podía evitarlo, estaba tocando el cielo gracias a la mayor, el placer que le generaba Lisa era demasiado, ella sabía como tocarla, como complacerla, sabía de sus zonas más sensibles para darle cariño y hacerle sentir bien, sabía como follarla, lento y profundo, pero también duro y fuerte, haciéndole ver estrellas cada vez que su pene golpeaba aquel punto sensible en su interior.

Unnie | 𝗝𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora