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ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ᵗʳᵉⁱⁿᵗᵃⁱᶜⁱⁿᶜᵒ "Nosotros"
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Últimamente las calles estaban más adornadas de lo común y ese bonito sentimiento de nostalgia inundaba el corazón de alegría a cualquiera que se atreviera a dar un paso por debajo de todas esas hileras de papel picado que colgaban en gran parte de las angostas calles de Mexico.
Un silbido salió de los labios de Quackity alzando la mano para llamar al honrado hombre que llevaba una cubeta de flores de cempasúchil en su espalda. El viejo se acercó a él montado en su bicicleta y se detuvo frente a la puerta de su casa.
—Buenas tardes mi buen— Habló el chico amablemente sacando dos billetes de su cartera— Me da tres ramos por favor— Pidió extendiéndole el dinero con una sonrisilla.
—Claro que sí— Asintió el hombre entusiasmado y se bajo de su vehículo para atender a su primer cliente del día. Con cuidado tomó tres ramos de flores de su cubeta envueltos en plástico transparente y los sacudió gentilmente para eliminar los restos de agua. Se las extendió al chico y tomó el dinero —Muchas gracias mijo, dios te bendiga— Dijo persinándose con rapidez con los billetes en mano mientras volvía a subir a su bicicleta —Feliz Día de muertos— Quackity se despidió y volvió a entrar a su casa abrazando las flores con un brazo.
