CAPÍTULO UNO.

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-¡YO NO MANTENGO A NADIE AQUÍ! ¡AQUÍ EL QUE NO ESTUDIA TRABAJA! ¿ENTIENDES?... Espero que con eso te quede claro que hacer con tu vida, y si no te gusta ninguna de esas opciones ahí tienes la puerta. Avisa cuando hayas tomado una decisión.

-... Papá, no tienes que esperar mucho, puedo ver que no te interesa para nada mi opinión. Mi respuesta es simple.-con la voz entre cortada por las lágrimas que estuve reteniendo durante toda la discusión solté las palabras con más dolor del que pretendía expresar en ese momento.- Me voy... y espero que no me busques nunca, la confianza que había entre nosotros muere en este momento, seguro pensaste que agacharía la cabeza como siempre pero se terminó.

>> Y no pienso aguantar más... Y que quede obvio que te quiero fuera de mi vida.

Ese momento en el que mi propio padre expresaba lo que pensaba sobre mí y mi situación, ¿Cuál situación? Ni si quiera yo sabía qué había hecho.

El problema recae más en lo que no hacía, que para él el estar encerrada estudiando era mi única obligación y debía ser mi única preocupación.

Para él era ya una total y completa inútil y no podía aguantar más.

Ni por él ni por nadie.

...Bueeeno, necesitamos contexto.

*** 

-¿¡KIM!? ¿DÓNDE ESTAS?- La cara de la chica desconocida que agarre con un poco de fuerza para voltearla era un poema, pero no era mi amiga, su piel morena y cabello repleto de ondas era idéntico, pero no era ella.- LO SIENTO.- Grite por encima de la música.

Era inútil, no importaba cuanto gritara, la música supera por mucho la fuerza de mis pulmones.

Seguí avanzando por el salón donde se estaba llevando a cabo la fiesta, al no tener resultados subí al primer piso que daba justo a un pasillo repleto de puertas que daban a habitaciones.

Ugh, odio a los ricos.

Coincido, querida conciencia.

Aunque no estaría mal encontrar a uno de esos para ti eh.

Cállate, querida conciencia.

Recorrí el pasillo con más cuidado, no quería encontrarme con una escena.

Abrí cada una de las puertas de las que no salían los sonidos grotescos de adolescentes hormonales, pero nada.

Estaba a punto de bajar pero note la presencia de alguien en el balcón y me acerque sigilosamente para analizar la situación y no encontrarme con sorpresas. Pero al ver que solo era un chico fumando pacíficamente me acerque.

-¿Hola?- Él le dio una última calada con toda la paz que le falta al mundo y cuando tiro la colilla por el balcón me recorrió con la mirada.

He de admitir que yo lo había hecho antes de entrar y no estaba nada mal.

El pelo rubio le caía hasta atrás de las orejas, una de las cuales estaba adornada con una barrita de hierro que perforaba la oreja de forma horizontal. Tenía un cuerpo bastante decente, la espalda un poco ancha por lo que deduje que hacia algo de ejercicio. Mi mirada fue bajando y la vista se ponía cada vez mejor.

Eso es uno de los culos más lindos que vimos.

Concéntrate, estamos buscando a Kim.

Si, tienes razón, debemos traerla para que no se pierda las vistas.

CONCÉNTRATE.

BUENO.

El silencio siguió por unos segundos hasta que por fin me contestó.

POR MI Y PARA TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora