Lucius y Sirius están prometidos desde que tenían 8 años, pero parece ser que ambos no sienten lo mismo, todo cambia cuando Lucius se harta de que su novio y sus estupidos amigos, molesten a Severus, así que decide darle un ultimátum, pero ¿será que...
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Sirius paso 2 horas arreglándose, siguió todo lo que su madre le dijo alguna vez que hiciera para verse "bonito" para su prometido, incluso se puso una corbata verde esmeralda que Lucius le regaló en el verano y un traje negro, se perfumó y peinó hasta verse perfecto, el sabía que era bonito, pero ese día tenía que verse perfecto, pensaba de camino a la mención, de repente se apareció dentro de su habitación en la Mansión, asustándose al oír voces fuera de su alcoba.
-Diablos, ese maldito cuadro siempre me Pone los nervios de punta, es imposible olvidar el día que lo pintaron, Sirius había ganado su primer juego de quidditch y volvía a casa por las fiestas, nadie le felicito, era como si no fuera parte de la familia, mis padres solían amar verlo jugar, la pasión que tenía era increíble, ese día insistió tanto en usar esa corbata color rojo que potter le regalo, se sentía tan ajeno, apenas recuerdo lo que era tener un hermano mayor- dijo regulus en un susurró hacia su prima, sin ser consiente de que su hermano le escuchaba tras la puerta de su habitación.
- si, también recuerdo eso, fue como si el Sirius que conocíamos se desvaneciera, todavía recuerdo lo vanidoso que era, siempre hablábamos sobre cuidado del cabello o sobre ropa, el amaba la ropa de diseñador, ¿recuerdas la primera vez que lucius le regalo algo? - dijo cissa con burla
-bromeas, uso esa chaqueta por un mes hasta que mamá le dijo que se rompería si seguía así, era hermosa, las esmeraldas en ella eran tan brillantes y verdes, Sirius solía decir que amaba ese color verde , Lucius siempre lo halagaba cuando usaba ese color.
-Si, Siri lo amaba, pero estoy segura de que Sirius , preferiría comer púas a ponerse algo verde, después de todo es el color de las "asquerosas" serpientes- dijo bella con nostalgia.
Sirius no podía dejar de pensar en lo que escuchó, había abandonado a su familia, había dejado atarás todo lo que alguna vez fue, se volvió alguien nuevo buscando encajar y distanciarse de los suyos y lo había conseguido, había logrado perder a su familia y ahora perdería al amor de su vida, seguía bajo la nostalgia hasta que escuchó a kreacher llamar a sus primos al despacho, espero unos cuantos minutos y bajo también, estaba parado fuera del despacho de su padre, aquel que alguna vez fue de su abuelo y que se suponía que algún día sería suyo, estaba apunto de entrar, pero no tenía el valor, su mano en la manija temblaba, no esperaba sentirse tan asustando de su familia, siempre los había enfrentado, pero antes era diferente, nunca antes pensaba en el que fueran a decir, ahora si que era consiente y le aterraba que todos estuvieran de acuerdo con que el no era digno de casarse con el heredero Malfoy y le remplazaran, seguía perdido en su miedo hasta que escuchó la voz de Lucius y entro de golpe, dejando a todos pasmados, todos dirigieron la mirada hacia la puerta y parecía que nadie se creía que el estuviera ahí .
-Sirius Orion Black, ¿pero qué haces aquí? Pregúntale su madre con sorpresa y un ligero tono de molestia.
-Madre, padre, abuelo, espero que mi presencia no los incomode, entiendo que no fui requerido, pero ustedes comprenderán la necesidad de mi presencia aqui- dijo sirius mientras se paraba frente a Malfoy e ignoraba las miradas atónitas de los demás, Señor Malfoy, heredero Malfoy, realmente lamento si mi comportamiento como prometido llegó a fallar o a desagradarle a mi compañero, prometo que lo arreglaré y cumpliré con mi deber, dijo mirando al señor Malfoy y a su abuelo.
