El tesoro de Chen

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El ambiente se estaba volviendo cada vez más frío. Bei Qingqing no podía conciliar el sueño sin importar cuánto lo intentara.

Sintió que estar al lado de Chen Jiazhi la hacía sentir incómoda.

"Voy a bajar a dormir", dijo débilmente Bei Qingqing, luego se levantó.

Después de levantarse, Bei Qingqing miró la espalda de Chen Jiazhi, con los ojos llenos de decepción.

Si Chen Jiazhi pudiera darse la vuelta y persuadirla en este momento, o darse la vuelta y explicarle adónde había ido y qué había hecho, entonces ella podría calmarse y quedarse.

Sin embargo, cuando Bei Qingqing se levantó y caminó hacia la puerta, Chen Jiazhi parecía haberse quedado dormido. No hubo reacción en absoluto. Era como si no le importara en absoluto lo que había sucedido esta noche.

Bei Qingqing estaba extremadamente decepcionada, así que cerró la puerta y bajó las escaleras.

Todavía había algunas habitaciones de invitados en la planta baja. Bei Qingqing no molestó a Ah Xiang. En cambio, ordenó una de las habitaciones de invitados y entró.

Acostado en la cama, los ojos de Bei Qingqing estaban rojos de decepción. Chen Jiazhi era una persona meticulosa. Bei Qingqing sintió que le era imposible no notar su enojo.

La única explicación fue que a Chen Jiazhi no le importaba en absoluto y no quería persuadirla. Por eso eligió irse a dormir a pesar de que sabía que ella estaba enojada.

En este momento, Chen Jiazhi abrió lentamente los ojos después de que Bei Qingqing se fue.

Acarició el lugar donde se había ido Bei Qingqing, que tenía un calor persistente. Sintió una ola de decepción en su corazón.

A la mañana siguiente, Bei Qingqing se levantó temprano y fue a la escuela. Ignoró a Chen Jiazhi y se dio la vuelta para irse sola.

Chen Jiazhi estaba un poco deprimido, pero aún así no siguió a Bei Qingqing. Llamó a alguien para que siguiera en secreto a Bei Qingqing.

Después de que Bei Qingqing se fue, se dio la vuelta para echar un vistazo. Cuando vio que Chen Jiazhi no lo siguió, se enojó.

Durante la clase, Bei Qingqing no estuvo de humor durante todo el día y no podía escuchar. Después de clase, ella regresó a casa.

Bei Qingqing quería fingir que no le importaba, pero vio que Chen Jiazhi no estaba en casa, todavía le importaba un poco.

"Ah Xiang, ¿a dónde fue Chen Jiazhi?" Bei Qingqing no pudo evitar preguntar.

Ah Xiang negó con la cabeza y dijo: "No lo sé. El joven maestro se fue muy temprano. No dijo adónde iba".

Bei Qingqing estaba extremadamente desconcertado. Miró el número de Chen Jiazhi y luchó durante mucho tiempo. Quería llamar a Chen Jiazhi, pero no quería tomar la iniciativa de ceder.

Después de luchar por un tiempo, Bei Qingqing aún hizo la llamada. Pensó que, en el peor de los casos, podría fingir que había marcado el número equivocado.

Chen Jiazhi respondió rápidamente.

Sin embargo, Bei Qingqing escuchó claramente la voz de la mujer.

"Hermano Jiazhi, ¿estás escuchando lo que dije?"

Bei Qingqing escuchó la voz de Lu Yao y colgó presa del pánico. Por un momento, Bei Qingqing sintió que su mundo se había derrumbado.

No esperaba que Chen Jiazhi realmente estuviera con Lu Yao.

Chen Jiazhi solo regresó cuando era hora de cenar. Era lo mismo que ayer. Bei Qingqing no esperó su explicación. Los dos seguían siendo los mismos. Se miraron sin palabras.

Bei Qingqing se sintió muy incómodo en su corazón. Ella sintió que él era una broma. ¿Qué boda? Era simplemente una broma.

Por lo tanto, Bei Qingqing dijo a la ligera: "Ya lo he pensado. Dejemos el asunto de nuestra boda en suspenso por ahora. No creo que ahora sea un buen momento".

Chen Jiazhi se quedó atónito por un momento. No esperaba que Bei Qingqing cambiara de opinión tan rápido y decidiera no celebrar una boda. La ira se elevó repentinamente en su corazón, pero no tenía forma de descargarla. Dijo bruscamente: "Si no quieres celebrar una boda, que así sea".