Jules regresa a Atlanta tras estar tres años fuera del país y se reencuentra con sus amigos de la infancia... Algunos no tan amigos, ¿podrá ella comenzar a desarrollar algo por ésa persona especial? ¿O conocerá los verdaderos rostros detrás de aquel...
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Julietta Blanco -Atlanta, Georgia.
me quedé helada un momento, con gran pesar tragué saliva, mis piernas comenzaron a temblar, estaba entrando en pánico.
- Javon - dije su nombre tartamudeando.
- Jules, ¿qué pasa? - soltó preocupado.
- tenemos que irnos - le dediqué una última mirada.
Él comprendió sin necesidad de palabras, estabamos descendiendo hasta la zona del inicio, para comenzar a dar la segunda vuelta, pero Javon soltó las cadenas de seguridad y sin más salimos corriendo.
Llegamos al auto más rápido de lo que pude imaginar, estaba asustada, no sabía lo que podría estar pasando en casa y éso me preocupaba, algunas lágrimas desprendieron de mis mejillas.
Intenté llamar a papá infinidades de veces y él seguía sin responderme, decidí culpabilizarme por ésto, gracias a mi egoísmo papá puede salir lastimado.
- Javon, no me contesta - solté entre sollozos.
- tranquila, ya estamos cerca.
Algunos minutos después, estábamos en la puerta de mi casa, bajé corriendo y Javon me siguió.
- ¿qué haces? - le pregunté.
- voy a entrar contigo, ¿no es obvio?
No respondí nada más ya que no había tiempo. Entré sigilosamente a casa, para agarrar el palo de escoba desde el costado de la heladera y subir con cuidado.
Lentamente subí las escaleras, hasta llegar a la puerta de la habitación, sin más, la abrí causando un estruendo, para encontrar la habilitación vacía, exceptuando a papá, quién dormía plácidamente en su cama.
- ¿Jules? ¿Javon? ¿Qué pasa? - papá se levantó debido al ruido y cuestionó un poco adormilado mientras prendía el velador.
- papá, perdón, no quize despertarte - me disculpé.
- ¿qué haces con el palo de escoba? - preguntó frotándose un ojo.
- sólo... Estaba limpiando la entrada de casa - me excusé - ya no te molestamos más, descansá tranquilo - sorbí mi nariz.
- ¿estabas llorando?
- no pa, creo que me resfrié un poco, se me están cayendo las velas - dije divertida - estamos abajo por cualquier cosa - le dí una media sonrisa y sin más cerré la puerta.
Apenas salí de su campo de visión solté un suspiro alivianador, llevando mi mano libre al pecho.
- el está bien, tranquila - Javon intentó reconfortarme.
- Dios, casi me muero - solté entre respiraciones.
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