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Era de mañana, habían pasado dos semanas desde la muerte de su "amigo" y las cosas no estaban llendo muy bien.

Un ruido hizo que Dipper gritará y se cayera del incómodo sillón en el que estaba situado.

Se levantó alterado, listo para atacar con su poderosísima almohada vieja, se acerco poco a poco a dónde se escuchaba el sonido: La sala.

Una vez llegó ahí se encontró con una gran sorpresa. Mabel, despierta a las 6:00 am lanzando y moviendo cosas con toda la energía del mundo.

Era como si toda la energía que acumuló en las dos semanas de duelo se hayan esparcido por toda la sala en una explosión de brillantina por doquier.

- ¡Dipper! Que bueno que has venido, ayudame aquí

- ¿Esa es mi camiseta?

- ¡Concéntrate! Hoy será la reunión!

- ¿Reunión? ¿Que reunión?

- ¡No seas tonto, dip-dop! ¡La reunión! ¡Es el aniversario de los misteriomelos!

- Pero eso ya pasó...

Mabel rodo los ojos. ¿Por qué lo hacía? ¡La que estaba diciendo incoherencias era ella!. Dipper suspiro y se limito a ayudar a su hermana en sus locuras, como siempre.

De pronto, recordó, aquella vez que se escondió junto a Jacob en la "cueva de cristales". La invitación de Stan a Bill ¿Cómo había olvidado tal cosa?.

Una vez logro desaparecer de la vista de su hermana se dispuso a comer algo. Hasta que recordó otra cosa, mejor dicho se dio cuenta de algo, un sentimiento, un vacío...Bill...

¿Dónde se había metido? Hacia un tiempo que no aparecía y Dipper estaba preocupado por el, lo extrañaba demasiado, aunque tal vez solo estaba exagerando, tal vez estaba ocupado...tal vez no tenía tiempo para el...

Dipper sacudió su cabeza en negación, no quería pensar en eso. Bill era uno de sus amigos, el único tal vez. ¿Jamás lo dejaría o si?

Estaba tan hundido en sus pensamientos hasta que un recuerdo llegó a ellos, la conversación de hace dos semanas con su tío, había estado conviviendo con el por bastante tiempo y, la verdad, lo había juzgado equivocadamente. Era un buen hombre, recto y muy serio pero un buen hombre, le encantaba demostrar sus descubrimientos y a Dipper le encantaba escucharlos. Junto a ese bonito recuerdo también llegó otro, una conversación que ya daba por olvidada de hacía tiempo.

"Ya te dije, se que quieres ser su aprendiz y no debes confiar en ellos solo te desilusionará y engañarán"

¿Por qué decía eso? Bill nunca se equivocaba y nunca le había metido pero, ¿Por qué decir algo tan cruel de una persona tan buena? El trabajar con su tío le había dado mucha información sobre su pasado y todo lo desconocido del mundo. Era increíble, tanto conocimiento, era como la representación del padre que nunca lo quiso...por no ser una niña.

Volvió a sacudir la cabeza, tampoco quería pensar en eso, tal vez solo debía cerrar sus ojos y...

- ¡Dip-dop, ayudame con esto! - Grito Mabel desde la sala

Dipper abrió sus ojos por unos segundos y luego volvió a cerrarlos lentamente...

- ¡Dipper!

Nuestra venganza (Billdip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora