Nuestra venganza (Billdip)

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Aceptar que estaba enamorado de Bill fue mucho más fácil de lo que creyó.

-Tierra llamando a Masón.-Cantureeo rosa, pasando su mano por la cara de dipper varias veces.

Habían pasado

-¿Emocionado?

-¿Uh?

-Si, está es tu última sesión.-Contesto ella, como si fuera algo obvio.

-Oh, si. Si, claro.-Respondio, viendo que hacia la doctora-¿Que ahora en esta sesión?

-¿Que te parece hablar de tu amiguito?

Dipper se sonrojo.

-No. No, no. Hablemos de otra cosa

-Tienes que aceptarlo, tarde o temprano.

-Ya lo acepte, creo que eso es lo que me aterra. El, el es tan...extravagante ¿Entiende?

-No realmente.-Suspiro-Diantres, tenía toda una sesión planeada sobre este tema pero parece que a ti te encanta arruinar mis planes.

Dipper soltó una suave risa.

-Suena igual a el.

-¿A quien? ¿A "el"?

-Si, solía decir eso.-Suspiro.-No se que hacer. ¿Algún consejo?

-No, arruinaste mi sesión. Arreglate las solo.

Dipper suspiro.

«Gracias por nada»

Rosa estaba revisando algunas cosas en su locker, moviendo unas cosas aquí, y unas cosas allá. Hasta que por fin, saco un libro empolvado de tapadera algo pequeño y desgastado.

-¡Uala! Justo lo que necesitamos.

-¿Necesitamos para...?

-Ya que conozco tu presente, ¿Que tal si urgamos un poco en tu pasado?

-¿Que?

-Hipnosis. Hipnosis, niño lento.-Ella rodó los ojos y se sentó en el sillón, dejando caer el libro en su regazo y soltando una nube de polvo que le ocasionó tos-Okey, eso no fue inteligente.-Río

Dipper sonrió, nervioso. ¿Que quería ver de su pasado? Realmente ni a él le interesaba su pasado, estaba lleno de bullying, que por cierto, recibiría cuando volviera a California.

-¿Es como en esas historias lava-cerebros? Dónde controlan gente, ya sabes.

-Eso es solo un mito patético que inventan los novatos. Recuestate.

Dipper obedeció, aún muy nervioso.

-La hipnosis no se trata de controlar a alguien, al menos en ese aspecto nunca me ha funcionado. Se trata de recordar cosas enterradas, misterios. Tu hermana me dijo que te gustan los misterios.

-Si, es cierto-Suspiro, Mabel se había encargado de contarle en unos 15 minutos lo que el no había dicho en sesiones.

-Sera como resolver un misterio pero necesito que cooperes y te concentres. Voy a usar este reloj-le enseña un reloj de arena- tienes 10 minutos, después de eso tengo que despertarte.

Dipper cerro los ojos, siguiendo instrucciones.

-Manten tu mente en blanco, voy a empezar a contar. 10...9...8...

Dejo de escuchar, su mente comenzó a vagar en recuerdos de su verano, del pasado, de Bill.

-Esto es absurdo-Se levanto y abrió los ojos, pero ya no estaba en el consultorio, estaba en otro lado, parecía una biblioteca, una muy extensa.