Una cita

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Solar: entonces....

Moonbyul: ¿ya no harás nada?

Jennie: así es.

Lisa: ¿de verdad?

Las tres chicas observaban a Jennie un tanto sorprendidas y preocupadas, ella no era de rendirse tan fácilmente, mucho menos cuando se trataba de su hermano, esto era completamente nuevo para ellas.

Solar: ya comienzo a preocuparme por ti.

Jennie: no tienen nada de qué preocuparse, ayer hable con mi hermano, y me hizo entender algunas cosas.

Lisa: muy bien, amor, entonces ya no tienes nada de qué preocuparte...

Jennie: dije que no haría nada, más no que ya no estuviera preocupada, mientras Irene siga con la misma actitud y esté cerca de mi hermano... siempre voy a estar preocupada, la quiero, es mi amiga, pero mi hermano está primero.

Mientras todas observaban a Jennie, llegó Irene, con su tan característica ropa extravagante y un maquillaje que podrías ver a metros de distancia.

Irene: ¿qué hacen aquí paradas? – pregunto mientras se colocaba a un lado de Jennie, - ¿no tienen nada mejor que hacer que estar solo aquí?

Moonbyul: y tú ¿vas a una fiesta de disfraces?

Irene: ¿qué? - pregunto al mismo tiempo que comenzaba a acercarse a ella. –

Lisa: nada, no dijo nada, bueno mejor nos vamos, ya es tarde, - se despidió de su novia y a jalones se llevó de ahí a su amiga antes de que Irene intentará golpearla. -

Solar: es verdad, mejor ya vamos, Irene ¿vienes?

Irene: no, me tengo que ir a mi cita.

Jennie: ¿cita? ¿qué cita?

Irene: una cita con tu hermano.

Jennie: ¿QUÉ?

Irene: tranquila, no tienes por qué gritar, recuerda que ir a ese centro es parte de mi castigo, y lo de la cita es solo un decir, no seas exagerada.

Sin decir nada más, Irene dio medio vuelta y se dirigió a ese centro, por alguna extraña razón y aunque frente a sus amigas aparentara que ir a ese lugar le causaba dolor de cabeza... no era así, en el fondo quería ir a ese centro desde que había llegado a la escuela, solo miraba el reloj, esperando que diera la hora para poder al fin salir de ahí.

Al llegar al centro, el señor Gong Yoo la recibió con una sonrisa, le dijo que pasara, que _____ la estaba esperando para comenzar con la actividad de hoy.

Cuando Irene entro en esa pequeña sala en donde había visto a _____ por primera vez, lo encontró con un pequeño libro entre sus manos y con las yemas de los dedos recorriendo una de sus hojas.

Irene: ¿qué haces? – pregunto al estar frente a él

_____: estoy leyendo.

Irene: eso es imposible, tú estás....

_____: ¿ciego? Jajaja lo sé, pero recuerda que te dije que mis manos son mis ojos en mi presente, ven toma asiento, - se hizo un lado para que la chica se sentará junto a él, pudo escuchar que algo cayó al suelo, supuso que quizás había sido su mochila, después sintió como el sillón a su lado se hundía un poco, y entonces el olor de su perfume inundo sus fosas nasales, era un aroma un poco fuerte, no se parecía en nada al perfume de sus hermanas, el cual era suave, como de frutas, - ¿quieres intentarlo?

Irene: ¿intentar qué?

_____: leer con tus manos.

Irene: no creo que eso sea posible, - trató de levantarse, pero él se lo impidió, la tomó de una de sus muñecas algo que la dejo muy sorprendida, y la acercó a él, logrando que volviera a sentarse. –

Sin Esperarlo (Irene y tú) (Chica & chico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora