Capítulo 54

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El pequeño demonio zorro estaba tan excitado que se corrió muy rápido.

Todo su cuerpo era suave, como un gran trozo de algodón de azúcar.

Con mucho vigor, el sacerdote taoísta desenvolvió el papel de ese dulce.

Los pantalones ya no estaban y dos bollos blancos y suaves quedaron expuestos. La ropa superior había sido apartada mostrando la mitad de la espalda desnuda.

Su túnica exterior todavía colgaba ligeramente de su cuerpo. Tenerla puesta era más sexy que no vestir nada.

El sacerdote taoísta dejó la parte que faltaba exhibir a mitad de camino y apuntó hacia la parte importante.

El pequeño agujero del pequeño zorro demonio era estrecho, suave y húmedo. Era incluso más dulce que el algodón de azúcar.

El sacerdote taoísta se movió lentamente. El pequeño demonio zorro no mostró ninguna molestia por lo que dejó de ser tan gentil y comenzó a empujar con más fuerza.

Fue como si todo el deseo que había estado reprimiendo estallara de una vez.

Tampoco quería seguir reprimiéndolo.
Desde detrás, las dos colas del pequeño zorro demonio se alargaron lentamente. Se cerraron en un círculo, se aferraron al sacerdote taoísta, y él comenzó a gemir en voz alta.

El sacerdote taoísta empujó al pequeño demonio zorro a la cama y debajo de ellos había un montón de ropa desordenada y desgarrada.

El sacerdote taoísta no fue nada amable.

El pequeño demonio zorro fue sacudido hasta que todo su cuerpo se estremeció. Lloró lastimosamente y las lágrimas cubrieron su rostro. De alguna manera seguía siendo tan hermoso que resultaba impactante.

"A-Yuan, sé más gentil... Wu..."

El pequeño demonio zorro estaba inmovilizado debajo del cuerpo del sacerdote taoísta. Su agujero estirado hasta el límite apenas podía soportar los golpes, pero seguía aferrándose desesperadamente al poste de carne del sacerdote taoísta como si no quisiera soltarlo.

El sacerdote taoísta bajó la cabeza y miró al pequeño demonio zorro cuyo rostro estaba lleno de lágrimas.

Oh, qué debería hacer.... quería hacerlo llorar más.     

El Pequeño Demonio Zorro de Dos Colas y su Sacerdote Taoísta GongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora