Capítulo 11: El laberinto del dragón

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Capítulo 11

El laberinto del dragón

Amelie se encontraba en medio de una matanza. Sus dagas de hielo chocaron con el cuerpo de varias bestias que se volvieron estatuas gélidas.

Tras matar al último monstruo, respiró en medio de un silencio inquietante antes de tomar a la joven peli naranja y llevarla corriendo hacia la salida.

—Creo que tuviste suerte, si llegaba unos minutos tarde, tal vez estarías muerta.

No dejaba de hablar sobre lo que hubiera pasado si llegaba más tarde. Aunque la joven estaba desmayada, no le impidió a la maga gélida mostrarse muy alegre por salvarla.

Volvió a activar su clarividencia para seguir su camino hacia la salida.

Se encontró con varias escenas macabras y traumáticas, si no fuera porque veía todo de diferentes tonos de celeste, posiblemente estaría más asustada.

Aún así, vio cómo varios hechiceros estaban transformados en estatuas, tanto de piedra como madera.

No podía detenerse o la atraparían también.

Al llegar a un callejón sin salida, dejó a su compañera para congelar todo y crear una fortaleza impenetrable.

Se sentó por estar cansada a causa del desgaste que tuvo.

Del suelo salió su pequeña termita que hizo vibrar sus antenas para mostrarle mediante visiones lo que había visto.

Al sur del laberinto estaba Jeff con otro joven que no conocía, ambos estaban buscándola.

—Al parecer está bien, pero está muy lejos —Se notaba desanimada.

—¿Sabes?, tal vez mis alas no estén sanas, pero puedo correr grandes distancias —Dijo la joven de cabello naranja que estaba en el suelo.

Cuando Amelie levantó la mirada, pudo percatarse  de su compañera despierta.

Aquella joven parecía de unos trece, su cabello tenía dos coletas y era de color naranja como sus ojos.

Le sonrió mostrando unos dientes tan afilados como los de un tiburón. Esto dejó impactada a Amelie.

—Wooow, que dientes... —Mencionó Amelie fascinada y sus ojos abiertos.

—Si, me sirven para devorar la carne mucho más fácil —La chica golpeó con una de sus uñas uno de sus dientes.

—Oye y, ¿A qué te refieres con alas? —Amelie inclinó la cabeza.

—Oh, siempre me olvido. Soy Emperatriz Sfinx, pero me dicen Emper —Le estiró la mano.

—Nunca oí ese nombre —Amelie arqueo una ceja muy confundida.

—Me lo puso mi hermana Spin, es un nombre Hauntiano.

》 Ella es de ahí, pero yo soy de Stahara —Se acostó de lado y empezó a hacer dibujos en la tierra.

—No sabía que habían hechiceros mitad dragón en Stahara.

—Ahí se encuentra la mayor comunidad de hechiceros híbridos —Levantó su mirada.

Amelie no sabía de eso, pero había escuchado leyendas urbanas sobre criaturas con aspecto humanoide teniendo un romance con hechiceros y humanos.

Tanto hadas como dragones y vampiros fueron vistos teniendo descendencia con otras especies.

Incluso entre los amigos de Jeff habían personas con algún ancestro que era alguna criatura mágica.

Emperatriz le contó a Amelie que su padre fue un hechicero, pero su madre fue una Semi-dragón.

Shadow: El Heredero Sombrío parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora