capítulo ocho

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CAPÍTULO OCHO

—¡Hasta que al fin apareces nene!—exclamó Ava cuando Santi entró a la casa

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—¡Hasta que al fin apareces nene!—exclamó Ava cuando Santi entró a la casa. El chico cerró y la puerta y frunció el ceño molesto—Y disculpa que te llamemos, pero sos el más responsable.

—Pobre de vos, saliste una a hora a despejarte y te tuvimos que llamar—intervino Juliana.

—No duré ni diez minutos para aunque sea  aliviar el dolor de cabeza por los cuernos—reprochó molesto.

—Menos mal que llegaste porque a Alma le va a dar un ataque en cualquier momento—comentó León un poco alterado.

—¿Pili y papá los dejan a cargo de la casa y esto es lo primero que pasa?—murmuró intentando mantener la calma —No sé para qué mierda les propusieron que salgan a disfrutar de la vida por unas horas si entre cuatro cabezas no van a poder hacer nada.

—No mandes fruta porque somos cuatro cabezas y bastante responsables.

—Si, tan responsables que perdieron a dos nenas que probablemente en este momento están bailando cuarteto en la punta del obelisco—le recordó.

—A nosotros nos van a colgar del obelisco si Lara y Brenda lo aparecen—comentó Ava y suspiró nerviosa—Tienen que aparecer. Soy muy joven todavía y tengo toda una vida por delante.

—No estoy en edad para morir—susurró León—Y mucho menos en manos de mamá y papá.

—Same León.

—¿Y Alma?

—Arriba buscándolas—respondió Juliana y se cruzó de brazos—Ya recorrió toda la casa y no están.

—¿Y que mierda hacen acá que no la están ayudando?

—¿Y arriesgarme a que Alma me encaje una trompada por la locura que tiene?—interrogó Ava y se tocó el pecho ofendida—No gracias hermano.

—Quiero creer que no están pensando en que yo tengo que subir y arriesgar mi vida.

Los tres asintieron al mismo tiempoben forma de respuesta.

Santi suspiró pesadamente y hizo su cabeza para atrás frustado.

—Dios tendrías que haberme dado hermanos un poco más inteligentes—susurró y después los miró nuevamente—Me llega a hacer algo y yo a ustedes los mato.

—Si te metieron los cuernos no te descargues con nosotros.

—Ava decis una palabra más y vas a ser la primera.

—No digas que no te advertimos—le recordó Ava—Incluso mamá y Pilar te dijeron que esa chica les daban malas vibras.

—Literalmente mi mamá es ese tipo de persona que cuando dice "Me da malas vibras, no vas a terminar bien" siempre termina teniendo toda la razón—comentó Juliana.

LAVENDER HAZE: Dibu Martinez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora