-¿No te ha dicho nada?-
-no, nada, ¿en serio no te buscó?-
-noo, ni siquiera un correo, ¿crees que sospeche que tú dejaste la carta?-
-no creo, pero, ¿qué tramas ahora Lucero?-
-tal vez secuestrarlo- una sonrisa maliciosa apareció en su rostro.
-¿pero te haz vuelto loca? ¿Te estás escuchando Hogaza?-
-ay Chanty no es literal, pero si voy a necesitar que me ayudes con otra cosita-
-¿ahora con qué?- preguntó tratando de adivinar lo que pasaba por la mente de su mejor amiga.
-si no quieres no eh- dijo con falsa indignación.
-solo dime cuál es el plan-
-así me gusta tesoro-
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-¿Crees que funcioné?- cuestiono con preocupación.
-Lu, tú hiciste el plan- respondió divertida.
-pues si pero, ¿y si no quiere escucharme? Porque es evidente que no quiere hablar conmigo de lo contrario ya me habría buscado-
-por eso los voy a encerrar, pero ten en cuenta que no puedes esperar que te reciba con los brazos abiertos, han pasado años Lucero-
-lo sé solo, solo necesito hablar con él-
-bueno, hagámoslo entonces-
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-hola Fer! ¿Vas para tu camerino?-
-hola Chantal, si voy para allá, me dieron un descanso-
-eso esta increíble, te acompaño me queda de pasada-
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-¿qué hago?- se preguntó asimismo sacando aquella carta de su bolsillo -¿debería buscarte?-
-no tienes que hacerlo, ya vine yo a buscarte- una voz femenina se escuchó detrás de él provocando que un escalofrío recorriera todo su cuerpo, pues conocía perfectamente bien a la propietaria de dicha voz.
-¿qué haces aquí? ¿Cómo entraste?- le habló aún sin mirarla.
-si me pides que me valla lo entenderé, pero ojalá no lo hagas- se acercó a él pero sin atreverse a tocarlo -no respondiste a mi carta-
-¿y qué querías que respondiera?- giro para encararla quedando solo a centímetros de ella -ni siquiera he terminado de procesarla-
-Fernando- lo miró a los ojos y no le gustó nada lo qué vio en ellos, pues mas que odio, aquellos ojos de un color marron intenso que tanto le gustaban reflejaban dolor -todo lo que escribí ahí es cierto y no pretendo que me perdones y tampoco que seamos una pareja feliz-
-¿signifique algo para ti?- la interrumpió -porque tu para mi lo eras todo y en cambio siento que lo único que recibí por tu parte fueron palabras vacías-
-claro que significaste mucho para mi mí cielo y ya sé que nada de lo que diga ahora arreglará nuestro pasado pero quiero que sepas-
-ahórratelo- volvió a interrumpirla -Lucero las palabras significan algo para mi, hacer una promesa significa algo para mi, no significa tal vez me quede contigo, no significa ya veré cómo me siento, no sé no estoy segura y desde luego no significa te amo pero no sé cómo explicarle al mundo lo nuestro. No puedes decirle a alguien que quieres estar con el, que quieres pasar el resto de tu vida a su lado cuando no es así-
-¡yo quiero estar contigo!- sus ojos ya picaban por el llanto acumulado.
-las cosas no son así Lucero, no puedes presentarte aquí de la nada y decir que no puedes vivir sin mi y esperar, ¿qué? ¿qué se supone que tengo que hacer Lu? ¿Perdonarte? Ya no puedo- la miró fijamente a los ojos y el dolor que oprimió su pecho fue desgarrador.
-no quiero que lo hagas- su lagrimas comenzaron a caer sin parar por sus mejillas -y no he venido para decirte que no puedo vivir sin ti, puedo vivir sin ti, lo he hecho por años, pero no quiero, ya no-
El silencio que se formó en aquella habitación fue ensordecedor, él le dio la espalda sin responder absolutamente nada, simplemente asimilando aquellas palabras y ella, resignada y llena de dolor limpió sus lágrimas para salir de ahí.
Lo había perdido, lo había perdido para siempre y no sabía si esta vez podría soportarlo. Lo miro una última vez, ya no había más que decir, una lágrima solitaria escapó de su ojo y por fin tomo valor para caminar hacia la puerta.
-con una condición- la tomo del brazo haciéndola quedar frente a él -celebraremos mi cumpleaños en París- sonrío coquetamente para ella.
-dónde tú quieras- le devolvió la sonrisa sin poder ocultar su sorpresa.
Y por fin, después de una década sin verse se fundieron en un beso largo y profundo, lleno de amor y miles de sentimientos hermosos que más que haber sido reprimidos fueron cuidadosamente guardados con la esperanza de compartirlos con la persona correcta, y así llenar una vez más sus vidas de aquella luz e ilusión verdadera que tanta falta les hizo.
No iba a hacer esto pero me dije why not? Y aquí lo tienen, parte dos de la carta.
Espero hayan disfrutado leer esto tanto como deseo que pase en la vida real ☹️