Honne ᵏᵃⁱˢᵒᵒ

➻𝘍𝘰𝘶𝘳

—No lo soporto.

Se sentó de golpe en el sofá sintiendo la frustración de sus palabras, llevaba dos semanas trabajando como chef personal y ya estaba considerando la idea de renunciar.

—¿De verdad es tan malo?

—¡Es horrible!—se talla los ojos—Se dispuso a hacerme la vida imposible.

—Entonces...¿vas a renunciar?

¿Debería? o sea, no creía conveniente seguir trabajando en un lugar en donde solo estaba obteniendo estrés, para eso había renunciado al restaurante.

Aunque por otro lado la paga era increíblemente buena, ya le había comprado ropa de calidad a Moonbi , además de que usaba ingredientes de primera y también podía llevarlos a su casa.

Y la razón más importante.

No quería darle el gusto a Kim JongIn.

Por más ridículo que sonara, no quería renunciar porque significaría que él había perdido y que ese alfa gruñón había logrado hacer que se fuera, entonces se sentiría satisfecho, y de verdad no quería imaginar el rostro altanero de Kim diciendo "no pudiste aguantar ni un mes" quería borrarle esa sonrisa arrogante de su rostro imaginario.

—De ninguna manera voy a renunciar—suspira—¿Ya viste la comida de calidad? además ¿en qué trabajo te pagan semanal?

—En varios, supongo...

—Creemos que te ves estresado.

La alfa de su hermana había entrado a la habitación junto con su hijo quien corrió para sentarse en sus piernas y abrazarlo.

—¿Estás enojado papá?—lo mira con sus ojitos bien abiertos.

—No, no lo estoy—sonríe y le acaricia el cabello y después cae en cuenta—Espera, ¿que hacen aquí? ¿no tenía clase de natación esta tarde?

Había inscrito a su pequeño en clases de natación porque había visto "nemo" en televisión, así que lo más cercano a su deseo de ser un pez con rayas naranjas era meterlo en clases de natación y así lo hizo, se suponía que debía estar ahí las próximas dos horas.

—Están limpiando la piscina, había un cartel cuando llegamos.

—¿Que se supone que haré ahora? tengo que ir a la casa de...—cubre las orejas de su hijo—El alfa gruñón—dice bajito.

No quería decir la palabra "alfa" delante de Moonbin porque se pondría a la defensiva rápidamente.

—Nosotras debemos regresar a la compañía...

—Bueno...supongo que tendrás que venir con papá al trabajo.

Su hijo dio un salto emocionado porque al fin iría con su padre al trabajo nuevo que tenía. Había intentado a toda costa no tener que llevar a su pequeño a esa casa porque estaría rodeado de alfas y principalmente el peor, supone que recuerda haberle jalado el cabello.

—Guardaré tus juguetes favoritos y nos iremos—se levanta y lo pone en el suelo.

Esperaba que no fuese tan estresante tener ahí a Moonbin, tal vez el alfa tendría una pizca de madurez y no se pondría otra vez al nivel de un niño de cuatro años, y con suerte su hijo tendría sueño luego de un rato, siempre llegaba durmiendose de sus clases de natación, así que tal vez a esa hora podría darle sueño.

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Todo estaba yendo bien, preparaba la comida en la cocina y su pequeño estaba a unos metros jugando en el suelo con los juguetes que había empacado, siempre agradecería que su hijo fuese un bebé tan tranquilo, lo ayudaba en muchas ocasiones que fuese así.