𝙣𝙤 𝙩𝙚 𝙫𝙖𝙮𝙖𝙨.

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¡! ❞

Ambos se encontraban recostados en el sillón de la sala. Guillermo se encontraba siendo abrazado por su dúo que estaba bajo él. Veían algunos videos de los cuales Guillermo era fan, algo llamado "Miércoles de Terror", ahora se encontraban viendo "Top 5 leyendas japonesas".

Llevaban un rato ya viendo ese canal. Lionel no era entusiasta del terror, pero gustaba de acompañar a su pareja viendo esos programas, pues para él eran momentos tranquilos en los que podían acurrucarse y darse mimos.
A Lionel le gustaba el pelo de su par, le gustaba mucho a decir verdad. Es por eso que una de sus actividades favoritas era acariciar por largos ratos su cabello. Guillermo le llamaba "Cafuné", palabra que Lionel jamás había escuchado pero había adoptado al sobar sus rizos regularmente.
Messi no estaba prestando atención a la cinta, estaba embelesado haciendo el llamado "Cafuné" al rizado, aunque desde hace un rato algo lo había estado distrayendo de su tarea.

Lionel tenía ganas de ir a hacer un depósito al "Bañorte" pero no quería moverse de su posición, ni molestar a su pareja para levantarse.

Por más que quieras satisfacer tu comodidad, las necesidades biológicas siempre estarán al frente.

- Disculpáme Guille.- Se sentó apoyándose del sofá, dándole a entender que quería levantarse.
Guillermo se hizo a un lado dándole espacio. - Voy al baño, ahora vengo.-
-¿Qué?.- Hasta ese momento había estado inmerso en el video de terror, tanto que, de cierta manera sus sentidos se habían mantenido alerta esperando no encontrarse próximamente a uno de esos espíritus japoneses.
- Me había estado aguantando por que no quería moverte pero ya no aguanto las ganas de mear, ahorita vengo.- Se volteó con la intención de ir al cuarto de baño pero una mano en su brazo lo detuvo.
- No, no vayas.- Suplicó el otro con sus ojos almendrados amenazando con inundarse.

Lionel se extrañó por la petición, quizá se había molestado por haberlo movido de su posición.
- Solo será un momento, no te preocupes.
- No me dejes solo, me da miedo. - Messi cayó en cuenta del temor de su media naranja.
- Estoy seguro que no te pasará nada si me voy por unos minutos. - Guillermo se maldecía en su interior por no haber puesto baño de invitados en la sala, a pesar de que el arquitecto hizo la recomendación al hacer los planos de la casa.
- ¿Pero qué tal si me lleva uno de esos espíritus?- Ahora señalaba al televisor con nerviosismo.
- Mirá, esos son puros cuentos, no dejes que te afecte.- Dijo moviendo un mechón de pelo que tenía en la frente y plantando un beso en ese lugar .- Ahora, enserio tengo que ir al baño o voy a tener que trapear de nuevo. Te amo. - Acto seguido tomó camino al sanitario del segundo piso.

Guillermo se quedó quieto por un segundo, aunque no le gustaba admitirlo, era miedoso, realmente miedoso. Abrazó la almohada más cercana que encontró y siguió viendo el video. No faltaba mucho para que terminara pero el miedo lo estaba carcomiendo. Francamente, el tener a Lionel cerca lo había tranquilizado mucho, razón por la cual no había cambiado de temática de videos por un lapso considerable de tiempo. (40 minutos). Pero ahora que se encontraba solo, sintió que el mundo se le venía abajo. No pasaron más de 3 minutos desde que su compañero se fue, pero escuchó un ruido no muy suave proveniente de la ventana al lado del comedor, que daba al patio.
Pensó que podría ser su mente jugándole una mala trampa, pero al ver como su cortina se movía, el miedo se hizo presente en cada parte de su cuerpo. Pausó el video; quería poner total atención a sus alrededores por si era necesario un escape.

El segundero del reloj hacía ruido, irónicamente jamás se había percatado de que tan fuerte podía llegar a ser ese sonido. Si sobrevivía esa noche, tiraría ese reloj a la basura, lo estaba sacando de quicio.
No se escuchó ni se vio nada más por un par de minutos. Minutos en los cuales Memo sintió su cuerpo sudar y los dedos de su mano helarse, y como si fuera una especie de broma premeditada, inmediatamente luego del par de minutos se escucharon las tablas del piso rechinar, y una sombra se divisó de manera rápida cruzando el comedor camino a la parte de atrás del mueble del televisor.

ꜱᴀʙᴏʀ ᴀ ᴘɪᴄᴀꜰʀᴇꜱᴀ ღ 𝒎𝒆𝒔𝒔𝒊 𝒙 𝒐𝒄𝒉𝒐𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora